Los dirigentes de Aspe comenzaron ayer la ronda de reuniones individualizadas que tienen previstas con todos sus profesionales para tratar de adecuar los emolumentos de los pelotaris, muchos firmados en épocas de bonanza, para adecuarlos a la dura realidad económica que, como no podía ser de otra forma, también ha llegado a los frontones. En principio, la idea inicial es que aquellos pelotaris con fichas más altas las reduzcan en un 15%, mientras que las de los de ingresos más bajos disminuyan en un 5%.

Al margen de que a nadie guste reducir su sueldo, las negociaciones no se antojan sencillas desde el momento en que una parte importante del salario de los pelotaris depende de una variante tan dispar como la de los partidos disputados. Y es que, con la dificultad de las empresas para vender festivales a los distintos Ayuntamientos, la brecha entre los primeros pelotaris del escalafón y el resto no ha hecho sino crecer aún más en las últimas fechas.

Ante la escasez de festivales, Ayuntamientos y las propias empresas han querido jugar sobre seguro y han repartido la mayoría de compromisos entre esos pocos nombres que se han repartido la mayor parte del pastel. El verano es probablemente la mejor época para analizar estas tendencias y los datos son elocuentes. Si, por poner una referencia, consideramos temporada estival los partidos jugados después de la disputa de la final del Manomanista el día de San Juan, encontramos que Aimar Olaizola, con 28 -18 victorias y 10 derrotas-, es el pelotari de las dos grandes empresas que más ha diputado, algo que parece normal dada su condición de campeón de la txapela más importante.

En este escalafón le sigue Oinatz Bengoetxea, con 24 partidos, con Juan Martínez de Irujo, tercero y primer pelotari de Aspe en cuanto a partidos, con un total de 23, si bien en el caso del de Ibero hay que tener en cuenta el tiempo que lleva arado por su episodio de apendicitis. No obstante, estos números quedan muy alejados de los de 2010, en los que el de Ibero llegó a los 42 partidos -incluyendo San Mateo y algún festival posterior-. Ni siquiera la operación de apendicitis sirve en este caso como atenuante, ya que en aquella ocasión también tuvo que parar el navarro algunos días por la lesión que se produjo en Errenteria al golpear una puerta. El segundo pelotari de la promotora en cuanto a partidos es el incombustible Titín (20).

En el otro lado de la balanza están los lesionados de larga duración de Asegarce, Patxi Ruiz y Argote, pero se constata que la crisis se ha cebado en aquellos pelotaris que podríamos calificar como de «clase media».

Así, se hace especialmente llamativo comprobar que pelotaris del nivel de Iñigo Pascual o Julen Retegi hayan disputado solo 9 partidos en casi tres meses, precisamente en verano, cuando la actividad solía acumularse. Otros pelotaris con presencia en las competiciones de primera como Gonzalez o Aritz Lasa solo suman 11 partidos y eso que Xala ha estado tocado durante gran parte del verano.

Fuera de las ferias

Y qué decir de todo un vigente subcampeón del Parejas como Aritz Laskurain, que solo ha disputado 13 partidos en este periodo estival y, lo que es más duro, no ha tenido hueco en ninguna de las siete ferias organizadas este verano. El de Soraluze jugó el año pasado las de Zarautz, Bilbo, Donostia y Logroño -Barriola estaba lesionado- y este año no le han concedido ninguna opción.

Con la anécdota del partido que Ezkurdia disputó en Bilbo en sustitución del lesionado Xala, 14 pelotaris se han comido todo el pastel; Olaizola II, Berasaluze VIII, Bengoetxea VI, Albisu, Apraiz, Begino y Beroiz por parte de Asegarce e Irujo, Titín, Xala, Gonzalez, Barriola Merino II y Zubieta por Aspe.

Ahora la fórmula para abaratar costes en los festivales parece la de solo programar dos partidos, por lo que para muchos pelotaris, ser programado será casi más difícil que llegar a 22.