Hablar de urgencias a punto de jugarse la cuarta jornada suena a precipitado, pero lo cierto es que el mal comienzo liguero, en cuanto a resultados se refiere, obliga a lamerse las heridas cuanto antes en forma de victoria. De las buenas sensaciones que dejó el equipo frente al Barcelona se pasó a la mala imagen de Balaídos y eso dejó cierto sabor negativo en el entorno.

No es extraño, pues, que el vestuario se haya conjurado para dar la primera alegría de la temporada a su afición, pese a que la empresa no vaya a ser tarea fácil ante un rival que viene embalado en este inicio de curso. Por esa razón y por el hecho de que, sanciones aparte, toda la plantilla osasunista está a disposición del míster, Mendilibar decidió ayer convocar a una veintena de hombres.

«Más que dudas con el equipo inicial, se trata de que todos los componentes de la plantilla nos pueden dar cosas», matizó el zaldibartarra. En ese once que ya tiene decidido el preparador vizcaino podría haber hasta tres cambios, uno por cada línea. El obligado de Arribas -en su puesto entrará Lolo-, la ubicación de Oier en el pivote -Annan apenas ha entrenado tras su estancia con Ghana- y la aparición de Armenteros en la delantera, después de su buena actuación en el amistoso contra la Real.

Apoyo de la afición

Osasuna deberá hacer frente, además, a la reciente buena trayectoria que acumulan los bermellones cuando visitan El Sadar, feudo en el que no han perdido en sus últimas tres visitas, con una victoria y dos empates. «No hay que tener prisas, debemos estar tranquilos y serenos, pensando solamente en competir, luego podrá salir mejor o peor partido, pero lo que no podemos permitir es acomodarnos», especificó.

Menos ante un oponente «que está haciendo muy bien las cosas y que no se pone nervioso para nada. Nos equivocaríamos si pensásemos que va a ser un partido más fácil que contra el Barcelona». A favor de la escuadra navarra, el que «en situaciones no tan buenas, como esta, sale adelante» y el factor campo, «con un público que, en lugar de pitarnos, siempre nos ayuda», aplaudió.

Pero para que se dé esa simbiosis, el once rojillo también deberá poner de su parte, no solo mayor entrega de la que se le vio en tierras gallegas, sino también dosis de fútbol que ayuden a la consecución del primer triunfo.