Los asaltos a embajadas dan paso a Al Qaeda y a los talibanes afganos
Un día después de la trágica jornada de protestas y asaltos, Al Qaeda felicitó «a los hermanos libios» por la muerte del embajador estadounidense. Su llamamiento a seguir la lucha fue secundado por los shebab somalíes y los talibanes paquistaníes. Sus primos afganos siguen con su agenda pero reivindicaron el ataque a la base donde está destinado el príncipe Harris en venganza por el «insultante film americano».GARA |
En una jornada de relativa aunque tensa calma tras las masivas protestas del viernes de rezo musulmán, organizaciones como Al Qaeda, los shebab somalíes y los talibanes, tanto afganos como paquistaníes, trataron de buscar protagonismo con comunicados seudoreivindicativos, llamamientos a la lucha armada y, en el caso de la resis- tencia afgana contra la ocupación, con un ataque contra la base en la que está destinado el príncipe británico Harris.
Tras la muerte la víspera de al menos ocho manifestantes en la represión de las protestas, ayer se registraron concentraciones de repulsa contra el film que denigra a Mahoma en algunas ciudades de Pakistán y en Sidney, urbe de Australia.
En Egipto, y tras enfrentamientos durante toda la noche del viernes en la Plaza Tahrir, junto a la que se halla la embajada de EEUU, una calma tensa reinaba con escaramuzas esporádicas entre la Policía y jóvenes de filiación política poco clara.
Quien sí salió a la palestra fue Al Qaeda de la Península Arábiga (Aqpa), que hizo un llamamiento a los musulmanes para continuar las protestas y lograr el cierre total de las embajadas. En ese sentido, urgió a los musulmanes que viven en Occidente a que «lleven a cabo sus deberes para apoyar al profeta (Mahoma) porque son más capaces de llegar al enemigo».
«Los nietos de Omar Mujtar»
Al Qaeda no reivindicó directamente el asalto con armamento pesado a la legación estadounidense en Bengasi que se saldó con la muerte del embajador y de tres soldados. Apuntó a la autoría de grupos libios al felicitar por la acción «a los nietos de Omar al-Mujtar», héroe de la independencia libia.
No obstante, y en un intento de sacar partido a este atentado, Aqpa aseguró que la reciente muerte en un bombardeo estadounidense de su número dos, jeque Abu Yahya al-Libi, «ha estimulado el entusiasmo y determinación de los hijos de Omar al-Mujtar para vengarse de los que se han mofado y han atacado a nuestro profeta».
De manera similar, los shebab, guerrilla islamista somalí que lucha contra la ocupación, hizo un llamamiento a atacar intereses occidentales.
Los talibanes paquistaníes hicieron un llamamiento a la juventud del país asegurándoles que «no sois menos que los chicos de Bengasi».
Contra el príncipe británico
Los talibanes afganos llevaron a cabo un gran ataque contra Camp Bastion, base militar ocupante situada en Helmand (sur del país) y donde está destinado el príncipe Harris. El asalto, que duró varias horas y en el que utilizaron armas ligeras, obuses y lanzagranadas, se saldó con la muerte de dos marines estadounidenses y de 18 asaltantes, según el balance ofrecido por el mayor Adam Wojack, portavoz del Ejército ocupante.
Los asaltantes se ocultaron en un gran campo de arroz que rodea la base. Un kamikaze se hizo explotar en el muro de la base abriendo una brecha. Un hangar con «muchas aeronaves» resultó destruido, confirmó la OTAN, que informó de cinco heridos y aseguró que el príncipe Harris «nunca estuvo en peligro».
Qari Yusuf Ahmadi, portavoz de los talibanes, reivindicó el ataque «en respuesta al film insultante de los americanos».
Entrada la tarde, un policía afgano giró su arma y disparó contra un grupo de soldados de la OTAN, matando a al menos dos de ellos.
Sucesos de este tipo, «ataques desde el interior» en el argot del Pentágono, se han convertido en habituales en Afganistán.
Lo que está fuera de lugar es que la polémica en torno a la película enervará aún más a los talibanes y a otros grupos.
Barack Obama parece haber sorteado la crisis surgida con los asaltos a las embajadas, pero más que por méritos propios por deméritos de su rival, Mitt Romney. El candidato republicano se quedó prácticamente solo al acusar a Obama de tibieza al tratar el affaire. El presidente hizo oídos sordos al exabrupto y ha asumido en las últimas horas su papel de comandante en jefe participando en una ceremonia solemne de recepción de los restos de los cuatro estadounidenses muertos.
Por contra, su rival en las presidenciales de noviembre ha recibido el único apoyo de los sectores ultras republicanos mientras que el establishment del Old Party ha mantenido una posición de Estado.
Las últimas encuestas dan una amplia ventaja al actual presidente en estados clave como Ohio, Florida o Virginia. Y, por primera vez, revelan que el electorado confía más en Obama que en Romney para gestionar la economía y el paro.
Reconfortado, Obama apeló a sus compatriotas a no dejarse llevar por la ira por las imágenes de las protestas antiestadounidenses.
Eso no es óbice para que el Pentágono haya decidido enviar marines a hasta 18 países musulmanes, en especial a Sudán y a Yemen, escenarios de asaltos que se han saldado con muertos. EEUU ya anunció el envío de soldados y dos buques a Libia.
El Gobierno sudanés anunció que ha rechazado la petición de Washington de que permita la llegada de los marines. El Parlamento yemení se mostró en contra de «cualquier presencia extranjera» e instó al Gobierno a rechazarla. GARA
Agregado de Interior en la embajada española en Túnez, un comandante de la Guardia Civil recibió un golpe por parte de un policía con un arma y el impacto de una bala de fogueo tras verse envuelto en un «tumulto»