La fundación Sustrai Erakuntza anunció ayer la presentación de alegaciones a la solicitud por parte de la empresa Cementos Portland Valderrivas (CPV) al Gobierno navarro para poder incinerar basuras y utilizarlas como combustible en su planta de Olazti. En una nota de prensa, Sustrai Erakuntza afirma que «el hecho de que se estén empleando residuos como combustible reduce e hipoteca otras posibles formas de utilización futuras de las materias primas que los componen», por lo que aboga en sus alegaciones por «realizar una apuesta a favor de un sistema de gestión que disminuya la cantidad de basuras», poniendo como ejemplo la recogida de basuras puerta a puerta, que ya se realiza en varios pueblos de Gipuzkoa.

No es el único argumento de este organismo, que también duda «de si la infraestructura prevista pudiera ser considerada como de valorización de residuos, dado que en la documentación de CPV no se indica la fuente de la que provienen los datos del poder calorífico de los residuos».

Más dudas

Uno de los argumentos esgrimidos por la cementera y por el Gobierno foral es que esta incineración «tendría cabida en el Plan Integrado de Gestión de Residuos de Navarra (PIGRN)». Sin embargo, Sustrai Erakuntza no opina lo mismo, ya que considera que «el PIGRN no permite la incineración de residuos en cementeras, y tampoco permite realizar incineraciones en la zona en la que se asienta Cementos Portland».

En ese mismo sentido, la fundación sostiene que la incineración de basuras para conseguir combustible no sería algo aislado ni anecdótico, sino «un paso previo para conseguir posteriormente incinerar residuos aún mas peligrosos (aceite, neumáticos, disolventes, restos de automóvil), tal y como afirmó el Directo de la empresa en la Junta de Accionistas del 2011».

De la misma manera, considera que la intención real de la empresa es conseguir una mayor sustitución de combustibles que el 24,12% que presenta en la memoria. Sustrai Eraikuntza se refiere también en su comunicado a la medición de emisiones contaminantes por parte de la cementera. La fundación cree que «propone un sistema muy limitado, al medir solo en momentos determinados». Por ello, considera que «se ha minusvalorado el impacto de la nueva actividad sobre las aguas superficiales y subterráneas, olvidando que cerca se encuentran varios acuíferos que aportan agua de boca a la población de Sakana, Tierra Estella y Llanada Alavesa».