Raimundo Fitero
Amnesia
La prensa española tiene muy poca memoria. Y la poca que tiene es muy selectiva. Tiene casi menos memoria que Urkullu, que en cuanto se hace el corte de pelo a navaja y se mira al espejo con su chaqueta entallada, se cree el elegido y es capaz de decir la mayor cantidad de obviedades por segundo con un énfasis que parece tener un coach de interpretación del anterior equipo de «Vaya semanita». Por lo mal que lo hace. Eso sí, reclama no caer en la amnesia. Y yo le digo que no se preocupe, que si algo no se va a propiciar es la amnesia. No se va a olvidar tan fácilmente su complicidad con el alejamiento de los presos y tantas otras connivencias con el españolismo más antidemocrático. De eso puede estar seguro, guapo candidato que embelesa. No puedo reprimirme, debe ser un efecto mecánico metabólico y en cuanto lo veo tan puesto en la tele, con esa voz de vendedor de teletienda, se me suelta el muelle de la risa.
Digo lo de la memoria porque las numerosas manifestaciones de los sindicatos y otras organizaciones, ya están tapadas, ya se han consumido en la hoguera del madridismo escaldado por estar a ocho puntos de diferencia con el Barça. Y perdonen que esto no es fútbol, esto es política barata, pero política, ya que la gran pregunta del periodismo español más idiota es ¿Dónde jugará el Barça si Catalunya se independiza? Una gran pregunta, una gran duda. Tendrían que hacer la pregunta al revés: ¿Dónde jugaría el Real Madrid si Catalunya, Euskal Herria y Galicia, se independizaran? Yo tengo la respuesta: en Portugal, para que Mourinho y sus mafias se sientan campeones vitalicios. Los portugueses también salieron a la calle para mostrar su descontento con las barbaridades de sus políticos a sueldo de los banqueros y los noticiarios no se quisieron enterar.
La amnesia que aplicamos en asuntos internacionales, nos trae de repente sobresaltos: China y Japón están en una escalada de confrontación por unas islas. Estos dos imperios han estado siempre en guerra. Ahora es comercial, pero pueden llegar a las manos o a los misiles. Y de Guindos con amenazas y el dicharachero Montoro diciendo que no hemos llegado ni a la meta volante de los recortes.