París quiere acercar posiciones con Berlín para la unión bancaria en 2012
El Gobierno francés espera acercar posturas con el alemán en torno al dispositivo de supervisión bancaria europeo. En Chipre, las diferencias, que esgrimieron ambos países, se encontraban en que los franceses plantean que ese organismo cubra a todas las entidades, mientras que el Gobierno de la canciller alemana Angela Merkel lo situa en las grandes entidades financieras. El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, dijo que espera alcanzar un acuerdo.
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El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, señaló ayer que su país tiene que acercar posiciones con Alemania y conseguir que el dispositivo de supervisión bancaria europeo, que debe permitir la capitalización directa de las entidades, esté en marcha antes de fin de año. «Tenemos que acercar posiciones con nuestros amigos alemanes, no hay tiempo que perder», señaló Moscovici en una entrevista radio-televisada a RTL y LCI al ser preguntado por las discrepancias entre los dos países en el Ecofin de Chipre de este fin de semana respecto a las modalidades, y en particular sobre el plazo para la entrada en vigor de la unión bancaria.
Insistió en que el Estado francés quiere que el dispositivo esté activo antes de terminar 2012, que la supervisión bancaria europea cubra todas las entidades financieras -no sólo las más grandes, como defiende Berlín- y que sea el Banco Central Europeo (BCE) el que se encargue de coordinar el mecanismo.
«Giro positivo»
Moscovici constató que con las precisiones del BCE a comienzos de mes sobre «el nuevo instrumento de compra ilimitada de deudas soberanas», con la validación por el Tribunal Constitucional alemán del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y con las elecciones en Holanda que han dado el triunfo a partidos europeístas «hay un giro positivo», pero subrayó que «hay que ir más lejos».
«El clima está cambiando, pero no es suficiente», señaló antes de afirmar que desea que «las cosas vayan más rápido, más lejos», empezando por el proyecto de unión bancaria diseñado por la Comisión Europea. Moscovici hizo hincapié en que «hay una reorientación en marcha de la construcción europea» a la que la llegada al poder del presidente francés, el socialista François Hollande, «ha contribuido con fuerza».
En ese contexto, pidió a los socialistas franceses que se unan en la ratificación del nuevo tratado europeo, que su Gobierno presentará en Consejo de Ministros el próximo miércoles, y que iniciará a continuación su tramitación parlamentaria. «El reto de la reorientación europea es pasar de una situación de austeridad e incertidumbre a una situación de estabilidad y de crecimiento», argumentó.
Preguntado sobre los rumores de que la troika (CE, BCE y FMI) descarta que Grecia pueda cumplir con los compromisos de ajuste de sus finanzas, el titular francés de Finanzas -que estuvo en Atenas esta semana- corrigió esas informaciones. Precisó que los responsables de la troika con los que habló en Chipre este fin de semana en el Ecofin han dicho que «las cosas avanzan» y que será en octubre cuando se vea la situación. «Quiero que Grecia siga en la zona euro, eso necesita determinación», subrayó antes de precisar: «sigo pensando que es todavía posible una solución». Reiteró, por último, el compromiso de su país de reducir su déficit al 3% del PIB en 2013 porque no quiere «que Francia sea prisionera de su deuda» o que «se encuentre en una situación como España, que tiene que pagar altos tipos de interés».
El presidente del Banco Central de Austria y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Ewald Nowotny, afirmó ayer que el Estado español debería pedir en primer lugar «de manera oficial» la posibilidad de acogerse al plan de compra de deuda soberana del BCE como gesto político y única forma de convencer a los mercados sobre la viabilidad del plan.
En una entrevista con el semanario austriaco «Profil», Nowotny explicó que el plan del BCE para comprar deuda soberana «puede ser un instrumento eficaz para contener la crisis y estabilizar las expectativas», pero recordó que «la política tiene que cooperar para este instrumento sea desplegado de manera correcta».
«Es la única forma de convencer a los mercados. Si, por ejemplo, España no se mete en la red de seguridad de la eurozona, no podremos hacer nada para ayudar», añadió.
Por otra parte, Nowotny opinó en la entrevista que no todos los gobernadores de los bancos centrales deberían tener el mismo peso en las votaciones de la Junta de Gobierno del BCE. Debería repartirse de acuerdo con el potencial económico de cada país.
«Siempre buscamos el consenso pero hay casos en los que no es posible, por lo que tenemos que votar. Es imposible que no se vea como un problema el hecho de que el voto de todos gobernadores pese lo mismo» comentó. «Si se toman en cuenta los diferentes pesos económicos, la estabilidad resulta beneficiada» estimó Nowotny . GARA