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Fue titular en El Sadar dos años y nueve meses después

Oier: «Quiero ser ese jugador navarro que dura muchos años»

El futbolista lizartarra reconoce que en el inicio liguero sufrió «un pequeño bache porque me veía casi sin opciones, siendo el tercero o cuarto en la lista».

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Natxo MATXIN

Casualidades de la vida, la última vez que Oier jugó de inicio en El Sadar también fue contra el Mallorca. Solo que entre una y otra presencia han transcurrido nada menos que dos años y nueve meses. Demasiado tiempo, en el que el lizartarra se ha tenido que curtir paladeando los sinsabores del fútbol en forma de lesiones y viviendo un éxodo del que ha salido fortalecido. La misma historia de algunos navarros que ya le precedieron en el vestuario rojillo.

«Ni me acordaba de la última vez que jugué en el Reyno -reconoce a GARA-. Al principio, me sentí un tanto extraño, pero con muchas ganas de hacerlo bien, creo que enseguida le cogí el tino a mi nueva posición y me adapté bien». Venía de triunfar como central en el Celta, pero Mendilibar lo ubicó en el pivote, un puesto en el que no jugaba desde el Promesas.

«En pretemporada me probó un par de partidos ahí y supongo que le habría convencido de que en un momento dado que lo necesitase podía responder con garantías en dicha posición», conviene. Y conformando un doble pivote inédito con Timor. «La explicación es muy similar, David y yo jugamos juntos -nunca lo habíamos hecho- frente a la Real y al míster le habrá gustado cómo nos compenetramos. Pienso que ante el Mallorca, el centro del campo rojillo tuvo su presencia y supimos contenerlos a ellos bastante bien», comenta.

Aunque también motivada por las ausencias, la irrupción de Oier en el once supone una recompensa al trabajo diario y la respuesta a sus quejas en sala de prensa. «Hay que hacerse un poco oir, pero no llorar. Está claro que Mendilibar es un técnico que pone al que ve bien entrenando y da oportunidades a todo el mundo. Hay que estar con la cabeza preparada para cualquier momento», avisa.

Una cabeza, la de Oier, que padeció lo suyo coincidiendo con el inicio liguero. «Sufrí un pequeño bache, porque venía de la pretemporada y creo que lo hice bien, pero me veía casi sin opciones, siendo el tercero o cuarto en la lista», relata. Ahora, de momento, ya ha entrado entre los once elegidos y va a pelear para continuar en esa situación de privilegio. «Me gustaría disponer de continuidad, hice mi trabajo y que creo que no le di motivos al míster para quitarme, pero él debe ser quien lo valore. Me encantaría seguir progresando porque puedo dar más de lo que se vio ante el Mallorca», avanza.

Reuniones con compromisarios

El mayor obstáculo es la competencia «brutal» que existe por el puesto -«la he tenido en todas las posiciones en las que he jugado», matiza-, consecuencia de que «esto es Primera División». En su fuero interno, sueña con tomar el relevo de los Krutxaga, Josetxo, Puñal... «Sí, mi intención es hacerme un hueco, ser el jugador navarro que dura muchos años, que compite bien y aporta su granito de arena en cada temporada», confirma.

Y en ese reto, tiene un espejo en el que mirarse, el actual capitán rojillo, de quien recibe valiosos consejos. «Puñal me dijo que iba a estar pendiente durante el amistoso contra la Real y, al día siguiente, me hizo un par de correcciones. Además, me comentó que quitando esos errores, me podía desenvolver en el puesto. Es de agradecer palabras de este tipo de alguien que tiene mucha experiencia en la categoría», desvela un Oier al que podría abrírsele una nueva etapa en su trayectoria deportiva.

En otro orden de cosas, miembros de la junta directiva y trabajadores de Osasuna estarán a disposición de los socios compromisarios que así lo deseen para «resolver cualquier duda o preguntar alguna cuestión sobre las cuentas». Estos encuentros se celebrarán en las oficinas del club los próximos lunes y martes, días 24 y 25 del presente mes, a partir de las 19.00.

Se trata de reuniones ya tradicionales en vísperas de la celebración de la asamblea general extraordinaria en la que, además de las cuentas de la pasada campaña, se presentarán los presupuestos para la presente. Será en el hotel Iruña Park el jueves, 25 de septiembre, a las 19.30 en primera convocatoria.

El Celta no realizó una oferta por él, mientras que Osasuna «sí me quería»

El regreso de Oier a Osasuna, tras su año de cesión en Vigo, no estuvo exento de cierta controversia. La gran temporada que firmó en el conjunto gallego derivó en el rumor de que el Celta quería quedarse con el lizartarra. Nada más lejos de la realidad, según expone el protagonista.

«Pasaron cosas raras en Vigo porque la afición sí que quería que siguiese, pero en el club no estaban por la labor de seguir contando con mis servicios. En cambio, Osasuna fue claro desde el principio, quería recuperarme y me ofrecieron tres años, por algo será, de ahí que les esté muy agradecido».

Lo que sí le posibilitó su estancia en tierras celtiñas es crecer como futbolista. «La continuidad que tuve allí, donde jugué treinta y pico partidos me ha dado una confianza y seguridad en mí mismo que antes no tenía. Te sube la autoestima, sabes que puedes competir, que cuando juegas le das algo al equipo, ese poso se refleja incluso en los entrenamientos», describe. N.M.

hacerse oir

Hace unas semanas, Oier se quejó en sala de prensa de lo poco útil que era para Mendilibar. «Hay que hacerse oir, pero no llorar. El míster es un técnico que te pone si ve que has entrenado bien entre semana», admite.

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