La consejera de Salud de Nafarroa, Marta Vera, defendió ayer que en la cartera de servicios de Osasunbidea únicamente se ofrezca la posibilidad de la inseminación artificial a parejas heterosexuales. Vera se posicionó claramente a preguntas de la parlamentaria de Bildu Aitziber Sarasola, quien aseguró tener en su poder denuncias de parejas navarras a las que se ha negado el derecho a la inseminación artificial por tener una pareja del mismo sexo.

Vera se agarra a que solo se asiste con esta clase de tratamientos a personas que se demuestra que son estériles. La consejera trató así de disfrazar bajo criterios médicos un caso que para Bildu, NaBai e Izquierda-Ezkerra supone una nítida discriminación. Pese a ello, la consejera reconoció que, para ser considerado «estéril» desde un punto de vista legal, tiene que haber pasado entre entre uno y dos años de relación en la que se practique el sexo entre hombre y mujer sin anticonceptivos y no tener un embarazo. Esta definición, por tanto, excluye a las parejas formadas por dos mujeres.

Sarasola le recordó que otras comunidades como la CAV o Andalucía ofrecen este servicio desde el sistema público. La única contestación que dio Vera fue que ella puede enumerar otras regiones en las que no se insemina a lesbianas.

Toda la oposición, salvo el PP, instó a la consejera a que amplíe el servicio de tratamientos de infertilidad para acoger las demandas de las mujeres que quieren tener un hijo a través de este método. Sin embargo, la responsable de Osasunbidea se negó a comprometerse a nada y dijo esperar a ver qué decide el Gobierno español, que está estudiando toda la cartera de servicios en este punto.

Actualmente, hay unas 800 parejas que se someten a tratamientos para favorecer la fertilidad en Nafarroa, según indicó la consejera, que aportó datos de a cuántas parejas se les deniega ese derecho.