La alemana Judith Arndt revalidó ayer el título de campeona del mundo en la contrarreloj élite femenina. Ganó por un margen de más de medio minuto la prueba de los Mundiales disputada en Valkenburg, mientras Lourdes Oyarbide fue décima en la categoría júnior que se celebró horas antes.

Arndt volvió a dar muestras de que es la mejor del mundo en la contrarreloj, al imponerse por 34 segundos de diferencia sobre la segunda clasificada, la estadounidense Evelyn Stevens. El podio lo completó la neozelandesa Linda Villumsen, que acabó tercera a 41 segundos de la germana. Arndt, de 36 años, añade un título más a su brillante palmarés que también contempla un título mundial de la prueba de fondo en carretera (2004) y, en pista, el título mundial de persecución de 1997.

Además cuenta con nueve títulos nacionales en la cronometrada (1998, 1999, 2001, 2003, 2004, 2005, 2010, 2011 y 2012) y dos de ruta (2002 y 2012).

Por la mañana se disputó la contrarreloj femenina júnior, en la que se impuso la británica Elinor Barker, por delante de la danesa Cecile Uttrup y la holandesa Demi De Jong. Oyarbide concluyó a 1:15 minutos de la vencedora y a solo doce segundos del bronce. La alavesa hizo una gran crono, progresando de menos a más a lo largo del recorrido ya que por el primer parcial, en el kilómetro cuatro y medio marcaba el decimoséptimo tiempo y en el segundo era undécima.

«He tenido buenas sensaciones en todo momento y he terminado contenta. Estar entre las diez mejores del Mundial es un gran resultado. Lo importante son los tiempos y ahí hemos tenido unas diferencias muy pequeñas», explicó la ciclista vasca que también competirá en la prueba en línea que se corre el viernes sobre 65 kilómetros.

Martin defiende el título

El alemán Toni Martin defiende hoy su jersey arco iris en la contrarreloj de 45,7 kilómetros para la élite masculina, a partir de las 13.30. El germano, vencedor el pasado año en Copenhague y subcampeón olímpico, tendrá la ventaja de salir el último y disponer de todas las referencias.

El getxotarra Jonathan Castroviejo, noveno en la contrarreloj olímpica y undécimo en Copenhague, ha sufrido un ligero resfriado, ya superado, y llega con ganas de hacerlo bien.