Amparo LASHERAS Periodista
Porque la necesitamos, huelga general
El 26 de setiembre, huelga general. Todos a la huelga. Paralicemos la ciudad, salgamos a la calle, que nadie se quede en casa. Gritemos no a los recortes sociales, a la reforma laboral a las especulaciones financieras, a los mercados sin conciencia. No más dinero público para los bancos. No a las políticas antisociales, a la reducción de subsidios. Contra la pobreza y la exclusión. No a los despidos, a la deslocalización de las empresas, a los sueldos miserables, a la economía sumergida, a los miles de millones de fraude fiscal, a los ERE, a las amenazas de los empresarios.
Contra la privatización de los servicios públicos y el recorte de pensiones, por una sanidad universal y una educación pública, contra los desmanes del capital y el neoliberalismo que nos mata de amargura. No a España, a la Merkel, al FMI, a las multinacionales, a Rajoy, a Mas, a Urkullu. Por dignidad, por solidaridad, por el reparto del trabajo, para unir fuerzas, porque es nuestro derecho y está cargado de razón. Por todo ello y mucho más sí a la huelga general del día 26.
Con lo que acabo de escribir he convertido un espacio de opinión en propaganda pura y dura a favor de la huelga, soy consciente de ello y no me importa. Es lo que pienso y el grito me llega hondo porque cada slogan es un clamor de verdad que atenaza la libertad y ahoga el porvenir en una desesperanza social que me niego a admitir, porque si lo hiciera, sería como aceptar su determinismo y la resignación que lleva implícita la dócil respuesta que tanto me inquieta de «es lo que hay». Sí a la huelga general porque las 208.477 personas sin trabajo de EH, sus familias, las mujeres, los jóvenes... ¡todos! la necesitamos.