Reforma escolar del PP para acabar con la «fábrica de independentistas»
El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de Ley de una reforma educativa que eleva la capacidad del Gobierno español para fijar hasta el 65% del contenido de los estudios. El PP defiende esta reforma como el intento de «poner coto» a que «los nacionalistas usen la educación para fabricar independentistas». Madrid dice querer corregir unos índices de fracaso que no se producen en Euskal Herria.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El ministro español de Educación, José Ignacio Wert, presentó ayer el anteproyecto de la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que traerá, entre otros cambios, que el Gobierno español pasará a fijar el 65% de los contenidos que deben estudiarse en las comunidades con lengua propia, cuando ahora es el 55%. Además, los alumnos estarán sometidos a más evaluaciones generales de «ámbito nacional» español.
José Ignacio Wert negó que la reforma tenga un afán recentralizador o que pretenda homogeneizar la educación en el conjunto del Estado. Sin embargo, hace apenas una semana, el presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, fue mucho más claro y aseguró que los cambios que introducirá el Gobierno de Mariano Rajoy «pondrán coto» a que «los nacionalistas usen la educación para fabricar independentistas».
En un acto de las Nuevas Generaciones, la organización juvenil del PP, Basagoiti afirmó que la reforma evitará que «el nacionalismo siga instrumentalizando políticamente la educación durante años al servicio de adoctrinar independentistas». Y añadió que se acabará con eso mediante la inclusión de «más asignaturas y más temarios comunes en el conjunto de España».
Ratios españoles
El Ministerio de Educación justifica su reforma en que durante los últimos años se ha aumentado considerablemente el gasto público por alumno y, sin embargo, no se observan resultados satisfactorios.
El Gobierno español maneja datos como que «la tasa de abandono escolar en España alcanza el 26,5%, el doble que la media europea». Y contempla otros indicadores como el porcentaje de jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan, la tasa de titulados...
Pero hay una cuestión de fondo que los datos del Ministerio no recogen, y es que los indicadores que en estas materias ofrecen Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa sí están en muchos casos en la media europea y, por tanto, es más que cuestionable que puedan darles lecciones, y menos imponérselas, quienes tiran de esa media para abajo de manera escalofriante.
Por ejemplo, la tasa de abandono escolar es en Euskal Herria del 14%, la misma que en en el conjunto de la Unión Europea. La tasa de población entre 20 y 24 años que ha superado la enseñanza secundaria, que en el Estado es del 61,2%, es aquí del 79,1%, igual que en la UE (79,0%).
El ministro José Ignacio Wert señaló ayer que uno de los elementos de preocupación que están en el origen de esta reforma son las diferencias que se dan entre las distintas comunidades del Estado español en el rendimiento educativo. Y la solución que ofrece es acometer cambios homogeneizadores sin haber consultado ni tenido contacto con las comunidades que ofrecen mejores resultados.
Además de una mayor capacidad para fijar desde Madrid los contenidos de la enseñanza, la reforma también aborda la flexibilización y el adelanto de los itinerarios educativos a través de la conversión del cuarto curso de la ESO en un curso de iniciación al Bachillerato o a la Formación Profesional y la creación de programas de Formación Profesional Básica.
Además, en el final de cada ciclo educativo se realizará una evaluación de «ámbito nacional». Durante la enseñanza primaria tendrán carácter informativo. El título de graduado en ESO se obtendrá con una prueba que será distinta según se pretenda seguir en el Bachillerato o en la Formación Profesional. Se sustituye la actual «Selectividad» por una evaluación de final de Bachillerato de «ámbito nacional». La calificación final de Bachillerato combinará la nota media de las notas obtenidas durante todo el ciclo ponderada al 60% y la nota de la evaluación final al 40%.
El Departamento de Educación del Gobierno de Lakua ya expresó ayer su total rechazo de esta reforma y anunció que «utilizará todos los resortes a su alcance para oponerse a una reforma retrógrada y vulneradora de nuestro autogobierno, y para evitar que su aplicación deteriore la calidad de la educación en Euskadi». También el PNV hizo pública una nota en contra de los cambios que pretende introducir el Gobierno español.
Varias asociaciones y representantes de centros de la enseñanza concertada y de colegios religiosos dieron a conocer ayer que han suscrito una «declaración por la libertad de elección de centro en Navarra». al tiempo que, como recogió Efe, expresaban su rechazo a la iniciativa de Izquierda-Ezkerra de suprimir los conciertos a los centros de educación que segregan por sexo.
El documento es respaldado por las federaciones de padres de alumnos Concapa y Fapacena, las patronales mayoritarias de la enseñanza concertada, Escuelas Católicas, la Asociación Navarra de Centros de Enseñanza (FCE) y el sindicato Sepna. Esta iniciativa, según explicaron sus promotores, se enmarca en la admisión a trámite en el Parlamento navarro de una proposición de ley de I-E que, en caso de ser aprobada, implicaría la supresión de las ayudas públicas a los los centros Miravalles-El Redín e Irabia-Izaga, ambos del Opus, por regirse por la «educación diferenciada» entre niñas y niños, contra la que ha habido una sentencia del Tribunal Supremo.
Por su parte, la Federación Navarra de Ikastolas y el Instituto de FP Cuatrovientos hicieron pública una nota de prensa conjunta también referida a «determinada iniciativa parlamentaria de supresión de los conciertos educativos a los centros escolares Miravalles-El Redín e Irabia-Izaga». La Federación de Ikastolas y Cuatrovientos subrayan que «históricamente» han defendido «la libertad de elección de centro para nuestras familias» y que «las demás tienen ese mismo derecho». Recuerdan que promueven «proyectos pedagógicos basados en el labor de la coeducación» [término que se usa en contraposición al de «educación diferenciada»] y que respetan «la diversidad de otros idearios educativos que no priorizan este valor» y que «se integran en el marco legal actual». GARA