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DEBATE SOBRE LA TAUROMAQUIA

El Constitucional francés desautoriza a los antitaurinos y avala las corridas

El fallo del Consejo Constitucional considerando conforme a la Carta Magna la autorización de que gozan las villas taurinas provocó ayer gran satisfacción entre los defensores de las corridas y no menor frustración entre los antitaurinos, aunque seguirán con su combate.

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Arantxa MANTEROLA | BAIONA

Estaba ya autorizada legalmente por una derogación especial; la habían declarado parte del Patrimonio Inmaterial Cultural francés hace tan solo un año, y ahora lo ha avalado el Consejo Constitucional. La corrida de toros tiene, pues, todas las bendiciones en las regiones donde la tauromaquia es «tradición», incluida Euskal Herria. Así lo consideran cuando menos sus defensores, eufóricos ayer.

Las declaraciones de Luc Jalabert, director de la plaza de Arles, o las de su homólogo de Nimes, Simón Casas, que resalta- ban la clarividencia del «consejo de sabios» al reconocer «el arte de la cultura taurina», reflejan bien el regocijo con el que han acogido el fallo constitucional.

La más alta instancia jurisdiccional estimó conforme con la Carta Magna la organización de corridas en las regiones francesas en que se considera que hay una tradición taurina.

Actualmente, las corridas están autorizada en el Estado francés únicamente en las regiones que pueden probar una «tradición local ininterrumpida» (esencialmente en las zonas del sur del Estado), pero pueden ser sancionadas en otras por crueldad hacia los animales.

La diferencia de tratamiento era el principal argumento planteado por las asociaciones antitaurinas, que habían llevado la cuestión ante el Consejo Constitucional. Pedían que se proclamara anticonstitucional el artículo 7 del Código Penal que prevé las derogaciones locales, lo que permitiría aplicar las sanciones por crueldad en todo el territorio francés y, por ende, que las corridas cesasen.

Sin embargo, el Consejo ha estimado ahora que no es anticonstitucional prever «diferencias de tratamiento» entre las regiones taurinas y el resto. «Estas prácticas tradicionales autorizadas no vulneran derechos constitucionales protegidos» ha zanjado el Consejo aduciendo que esas diferencias ya existen en otros ámbitos como el del trabajo dominical.

Decisión «política»

Los antitaurinos del CRAC (Comité Radicalmente AntiCorridas) han denunciado enérgicamente esa decisión que tildan de «política» y acusan al Gobierno de «haber defendido las corridas». Señalan en particular al ministro de Interior, Manuel Vals, que recientemente había realizado unas declaraciones en las que expresaba su «amor por la tauromaquia» y la definía como «una cultura que hay que preservar».

Diversas personalidades habían apoyado al CRAC en su iniciativa. Entre ellas, Brigitte Bardot, que ayer, una vez conocida la noticia, trató de «cobardes» a los miembros del Consejo Constitucional y manifestó estar «desesperada». «Vivimos en un pais retrógado que no evolucionará jamás. Es inaceptable dejar que se desarrollen los más bajos instintos del hombre. No comprendo cómo puede gustar a la gente vivir en sangre y tortura», dijo la conocida exactriz.

Menos derrotistas, los antitaurinos no dan por terminado su combate. Como anunciaron antes de conocerse el fallo en caso de que este les fuera desfavorable, tienen la intención de recurrir a todas las instancias jurisdiccionales internas e, incluso, a la Corte Europea de Derechos Humanos.

Además, seguirán recurriendo a la vía legislativa para lograr que la Asamblea Nacional apruebe una norma de abolición de las corridas. Una propuesta en ese sentido fue ya depositada en 2010 por las diputadas Muriel Marland-Militello (UMP) y Genevière Gaillard (PS) pero aún no se ha votado.

Opinión pública dividida

También cuentan con seguir su labor de concienciación de la opinión pública, que, según un sondeo de Ifop publicado el pasado jueves, está dividida sobre la cuestión. El 48% de los franceses se dicen favorables a prohibir las corridas, mientras que el 42% creen que debe seguir siendo autorizada. En las regiones de tradición taurina, ese porcentaje se eleva hasta el 50%.

La alcaldesa de Mont-de-Marsan y presidenta de la Unión de Ciudades Taurinas Francesas (UVTF), Geneviève Darrieussecq, subrayó ayer la importancia de que el Consejo Constitucional «reconozca la tauromaquía como un hecho cultural de una parte de los territorios de la República francesa, lo que refuerza la posición de los electos que represento».

El CRAC se aferrará ahora a ese aspecto. «Hemos perdido en el Consejo Constitucional, pero vamos a reactivar inmediatamente nuestra demanda de anulación de las corridas en el Patrimonio Cultural Inmaterial francés, el único país del mundo donde se ha inscrito como tal», anunció su presidente, Jean-Pierre Garrigues.

Ausente ayer de Baiona, en los próximos días el alcalde, Jean Grenet, acérrimo defensor de las corridas que presidió hasta hace poco la Comisión de Tauromaquia en la Asamblea Nacional, dará a conocer su valoración sobre la cuestión.

TOROS Y GALLOS

La ley francesa contempla desde 1963 la posibilidad de una derogación respecto a la represión de actos de crueldad hacia los animales en determinados casos. El de las corridas en las regiones de tradición taurina y el de la pelea de gallos en la isla de La Reunión y en la región Nord-Pas de Calais son los que están autorizados.

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