RUGIDOS ROJIBLANCOS
El Athletic precipitado
Fran MORENO www.martiperarnau.com
Por qué tanta precipitación, prisas, vértigo? Llegar a este desconcierto le costó el empate al Athletic. Nunca tuvo la frescura mental y la capacidad para superar los obstáculos que se le presentaron.
2.- Frescura mental, cognitiva o como ustedes quieran llamarlo. Un factor clave en el juego y que los futbolistas de Bielsa no tienen. En este inicio de temporada las desconexiones, el no poder hacer daño al rival, han llevado al conjunto rojiblanco a un nivel mayúsculo de errores no forzados provocados por una ausencia de frescura mental.
3.- Este Athletic es vulnerable en el comienzo de temporada, pero no por falta de condición física. Llevan ya dos meses y medio de entrenamientos, de piernas van sobrados. Todo viene porque la cabeza no lee, ni interpreta, las diferentes situaciones de los encuentros. ¿A qué se debe esta falta de frescura? Me parece prematuro pensar que los acontecimientos del verano pesen tanto en la mentalidad del colectivo.
4.- El partido fue una desesperación que se fue apoderando con el paso de los minutos. El Hapoel Kiryat Shmona puso un muro como hizo el Spartak en el Camp Nou. Dispararon dos veces. Incluso el gol fue de rebote. Era aguantar atrás y aprovechar las mínimas opciones arriba. El resultado obtenido fue muy positivo.
5.- Un gol tempranero en contra fue más montaña mental a superar. La fase ofensiva rojiblanca estuvo llena de fallos en tomas de decisiones fáciles.
6.- Oscuro Muniain, que no estuvo en el choque. Demasiado individualista, lento en la circulación, se juntaba mucho al poseedor del esférico por lo que facilitaba la defensa del equipo israelí.
7.- Escasa aportación de la banda izquierda. Es cierto que el gol viene provocado por una conducción y centro de Isma López, pero durante el transcurso de la primera parte no dieron la profundidad suficiente para abrir a la defensa israelita. Castillo apenas se desdoblaba en fase ofensiva por lo que nunca conseguían forzar la superioridad para desmenuzar el entramado defensivo.
8.- La entrada de Llorente volvió más directo al Athletic. A partir de ahí, el poseedor del esférico buscaba siempre a Llorente aunque éste no tuviera ventaja. Athletic más directo, precipitado. Consecuencia, equipo largo, separado, muy pocas veces se gana la segunda jugada por lo que el esfuerzo de recuperación cada vez es mayor y la frescura, menor.
9.- Nadie estiraba la lona por fuera. Tener el balón y buscar a Llorente que estaba hasta con 4 y 5 defensores. Falta de horizontalidad para balancear y juntar contrarios en una zona y atacar la contraria. Todo era balón directo y que Llorente pudiera resolver. Una cuesta que con ese juego no se iba a poder superar.
10.- Los acontecimientos del choque superaron a Iturraspe, que nunca ejerció de jefe en el centro del campo. La pausa que intentaba dar la rompían Muniain, De Marcos o Iraola con excesiva precipitación.
11.- Intentar vivir de Llorente no es la apuesta que hizo el año pasado el Athletic. Hoy han intentado buscar esta vía como emergencia, sin demasiada eficacia. Habrá días que Llorente resolverá, en la mayoría el colectivo lo debe hacer.
12.- Los acontecimientos que llevaba el partido hicieron que los jugadores rojiblancos tomasen esta vía. La única vía para mantener la competitividad del año pasado es la receta que el equipo fabricó partido a partido. No hay otra fórmula para seguir compitiendo y creciendo. Por competir me refiero a continuar con el juego propuesto y madurar con respecto a esa base. Abstenerse de ir a la comparación fácil, simple y resultadista que tanto daño hace como es querer llegar a lo del año pasado. Para llegar a eso, la receta es el seguir compitiendo como el anterior curso.
y 13.- Vuelvo a insistir en el punto inicial. La frescura mental decide que los partidos sean tuyos, te guía hacia ellos. Por eso los jugadores rojiblancos deben volver a tener la cabeza fría y paciente. No encuentro otra razón para justificar la ausencia de juego en algunos momentos del partido.