Brillante début en la ficción del prometedor Nicholas Jarecki, entrando por la puerta grande de Hollywood, trás su etapa de documentalista asociada al cineasta maldito James Toback. Estamos ante un joven cineasta que posee justo lo que menos abunda hoy en día dentro de la industria, que es un enorme talento como guionista.

«Arbitrage» es de esas películas con tal solidez argumental que parecen adaptadas de alguna premiada novela, pero no es así porque está escrita desde un profundo conicimiento de la narrativa fílmica. Jarecki administra los tiempos de manera magistral, graduando la tensión interna del relato sin sobresaltos ni sorpresas, hasta que llega el momento preciso de desentrañar la trama con la rotundidad que da el peso de los acontecimientos, y, por lo tanto, sin necesidad de ningún truco.

Hay varias escenas claves, que confirman la habilidad e inteligencia del minucioso proceso seguido, pero de todas ellas destaca aquella en la que el personaje de Susan Sarandon se rebela y se merienda al capullo integral encarnado por Richard Gere. Hasta ese momento me sentía defraudado como admirador de la actriz, pensando que en esta historia de tiburones de las finanzas le había tocado ser un cero a la izquierda. Nada más lejos de la verdad, ya que su prolongado silencio encierra un calculado acto de justicia servido en plato frío, como se sirve la venganza cargada de razones. El estafador desenmascarado únicamente acierta entonces a quejarse sentencioso de la frialdad de este mundo, a lo que nuestra crecida Susan le responde que se vaya buscando un abrigo bien calentito.

Obsérvese que no es un diálogo cualquiera, y que dicho precisamente al final cobra un eco de magnifico clasicismo. Antes de llegar al olbigado epílogo sobre la hipocresía social que trata de ocultar en vano la otra cara contrariada del éxito, ya se había encargado de poner toda la ironía y el escepticismos imaginables el inglés Tim Roth, en su papel de policía, harto de que los culpables de la gran debacle económica nunca acaben con las manos esposadas.