Un policía español argumentó ayer que cubrió la vista de los detenidos para «proteger su intimidad frente a la prensa». La cuarta jornada del juicio político que se sigue en la Audiencia Nacional española contra diez jóvenes de Hernani y Urnieta se centró ayer en las declaraciones de los agentes, que siguen sin aportar indicios que vinculen a los procesados con Segi o con actos de «kale borroka». A pesar de ello, el fiscal mantiene una petición de entre siete y nueve años de cárcel para cada uno de ellos.

Al igual que en la jornada del jueves, la sesión de ayer evidenció las contradicciones de los policías. Uno de ellos llegó a afirmar que cubrieron el rostro de uno de los detenidos para «proteger su intimidad de la prensa». En concreto, se aportó la fotografía del arresto de Ekhi Oñate publicada en «El Diario Vasco», donde podía verse al joven con el antifaz, rodeado de policías encapuchados para no ser identificados pero que, al contrario que Oñate, sí que podían ver. Para justificarse, el agente incluso aseguró que se habían basado en el modo en el que los medios cubren los rostros de los policías para que no se les reconozca.

Un agente identificado

Otro de los agentes aseguró que solo tomó parte en el registro de uno de los locales. Sin embargo, uno de los detenidos, concretamente Asier Olano, lo identificó claramente como el policía que estuvo con él durante el arresto y el que le propinó algunos golpes. Una descripción que fue incluida en la denuncia por torturas presentada ante el juzgado de Donostia.

El juicio continuará el martes en la Audiencia Nacional española. La semana que viene será el turno para la Ertzaintza y los testigos de la defensa.