Ocupan una sede abandona de Cáritas en Burlata para convertirla en centro social
Diversos colectivos golpeados por la crisis realizaron ayer la ocupación de la antigua sede de Cáritas para utilizarla como el centro social Burlata Enea. La entidad religiosa no tiene pensado desalojarlos.
Aritz INTXUSTA | BURLATA
Una treintena de personas entraron ayer en la vieja sede de Cáritas en Burlata, ubicada en el centro del pueblo. La ocupación se realizó con éxito y la entidad religiosa no tiene previsto iniciar los trámites de un desalojo. Un portavoz de los colectivos que llevaron a cabo la acción subrayó a GARA que «Burlataenea no va a ser un gaztetxe, porque no tiene un perfil juvenil, sino de trabajo en común para ayudar a los damnificados por la crisis económica».
Javier Ayestarán explica que los colectivos que impulsan Burlataenea son todos del pueblo y prevén que será posible consolidar el centro social. «Hemos hablado con el alcalde y ha dicho que no tiene problemas mientras la Iglesia no ponga ninguno. Desde Cáritas nos han comunicado que no nos van a expulsar», comenta Ayestarán.
Entre los impulsores destacan organizaciones como la Asamblea de Parados y Sasoia. «También nos respaldan los nuevos vecinos de Burlata, como la comunidad senegalesa y camerunesa», dice Ayestarán. En este sentido, remarca que el fin del centro será eminentemente social, «porque ha nacido de las personas que más están sufriendo por la crisis económica».
Auzolan frente a la crisis
El centro quedó inaugurado de forma inmediata. «Burlateanea pretende ser una llave contra la pobreza y la exclusión a la que nos conducen las políticas de UPN. Existen alternativas y las tenemos», pronunciaron los okupas en el acto oficial de apertura. Su objetivo pasa por «crear una red de solidaridad donde las necesidades de la gente sean suplidas, allí donde no llegan otras instituciones o servicios sociales, creando puentes entre unos y otros». A la espera de que la ocupación pueda tener continuidad, los colectivos de Burlata confían en «el auzolan y la solidaridad, el reparto de los bienes y la riqueza» para salir de la crisis económica.