Las fiestas populares de Alde Zaharra arrancaron ayer a mediodía con un cohete lanzado desde la azotea del edificio de los claretianos. La encargada de prender la mecha fue la alcaldesa txiki de este año, Ohiane Hernández. Este cargo le permitirá presidir algunos actos del programa y tendrá autoridad también en los carnavales.

Hernández fue elegida en unos juegos populares entre más de cien niños. Junto con ella, fueron seleccionados también su cohorte de seis pequeños concejales que se hartaron de lanzar caramelos durante el txupinazo. «Encontré la moneda dorada en el barreño de merengue y me convertí en alcaldesa», señaló Hernández a los medios de comunicación.

La alegría de la alcaldesa contrasta con la decepción de los organizadores, que han visto como se les deniega de nuevo la instalación de una barra para sufragar todos los actos de este fin de semana. La falta de permisos provocó un acalorado debate en la sesión plenaria que se celebraba ayer mismo en el Ayuntamiento. La oposición sacó una moción de apoyo que, al no ser vinculante, no supone en la práctica ningún avance. Como excusa, UPN denuncia que el programa popular recoja los actos que organiza Herrira.