Los bielorrusos eligen Parlamento en unos comicios boicoteados por la oposición
GARA | MINSK
Los electores de Bielorrusia acudirán mañana a las urnas para elegir a sus representantes en unos comicios boicoteados por los principales partidos de oposición, y con el país bajo las sanciones occidentales a causa de la represión de los manifestantes.
Estas legislativas llegan casi dos años después de la controvertida reelección del presidente, Alexandre Lukashenko, para un cuarto mandato, y después de la cual decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de Minsk para protestar por un fraude masivo.
Numerosas detenciones y condenas han seguido estos acontecimientos y ex candidato presidencial, así como una docena de activistas de la oposición y defensores de los derechos humanos, siguen detenidos.
La Unión Europea endureció a comienzos de año las sanciones contra unos 250 cargos bielorrusos para protestar por la represión contra la oposición, con lo que Bielorrusia, aislada internacionalmente, se ha vuelto hacia Rusia para encontrar apoyo y ayuda financiera.
En este pequeño país de 9,5 millones de habitantes, donde los 110 miembros de la asamblea saliente apoyan al régimen, es difícil notar que mañana se celebran elecciones.
«Pocas señales sugieren que va a haber elecciones», señala la misión de observación de la OSCE en Bielorrusia en un informe preliminar difundido el viernes. La institución mostró su preocupación por la negativa de las autoridades a registrar ciertos candidatos. Los dos principales movimientos opositores, el Partido Cívico Unido y el Frente Popular Bielorruso, anunciaron que boicotearán las elecciones y pidieron a los electores que no voten para denunciar las múltiples violaciones de los procedimientos electorales.
Como muestra de la creciente tensión, varios periodistas extranjeros y bielorrusos fueron arrestados el martes en Minsk, mientras trataban de cubrir una acción organizada por la oposición bielorrusa, según la Asociación Bielorrusa de Periodistas.
La Unión Europea ha expresado recientemente su preocupación, poniendo en duda que «la libertad de expresión, asociación y reunión no sean atacadas».
A diferencia de los dos principales partidos de oposición, los pequeños movimientos como la formación Decir la Verdad de la ex candidata presidencial Vladimir Nekliaiev han decidido participar en las elecciones. La gran mayoría de los candidatos, sin embargo, son leales al presidente Lukashenko.
Ningún diputado crítico con el poder fue elegido en los anteriores comicios de 2008, un escenario que es probable que se repita mañana. «Han aprobado tres leyes en cuatro años de mandato. Y para el resto, no han hecho más que avalar las decisiones de la presidencia», critica Anatoly Lebedko.
«Hasta un 20% de los votantes podría boicotear las elecciones, pero, sin duda, la participación será superior al 50%, el umbral mínimo para que sea válida», explicó el sociólogo Oleg Manaiev.
Las autoridades bielorrusas han criticado las llamadas al boicot y el presidente, Viktor Lukashenko, sugiere que el boicot de la oposición ha sido dictado desde el exterior.