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Alpinismo | Protagonista

Stephan Siegrist, trilogía invernal en Patagonia

El alpinista suizo cierra el círculo en el macizo del Cerro Torre tras escalar el pasado 1 de agosto el Cerro Standhardt por la vía «Exocet» (500 m, 6a, WI5, MI3). En 1999 se hizo con el propio Cerro Torre y en el 2010 con la Torre Egger. Todas las cimas en estilo alpino.

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Andoni ARABAOLAZA

Stephan Siegrist es un alpinista con un sello especial. Intenta que la gran mayoría de sus actividades sean con buen estilo, y si van por el camino de la aportación, pues mucho mejor. Su última actividad o proyecto recoge ambos aspectos. Hace ya casi trece años escaló en invierno (el austral) y en estilo alpino la ruta «Ferrari» del Cerro Torre (Patagonia argentina). 11 años más tarde, en invierno de 2010, se hizo con la primera ascensión invernal de la Torre Egger. De nuevo en estilo alpino. Y el pasado 1 de agosto finalizaba su reto con la ascensión del Cerro Standhardt por la vía «Exocet» (500 m, 6a, WI5, MI3). Finalizaba de esta forma su particular trilogía invernal en el macizo del Cerro Torre junto a sus compañeros de cordada Ralf Weber y Thomas Senf. Este último ya estuvo con el alpinista suizo en la Torre Egger. Las tres cimas principales de dicho macizo en inverno y en estilo alpino. Solo Siegrist ha sido capaz de firmar un proyecto de esa envergadura en Patagonia.

Un proyecto de vanguardia al alcance de muy pocos. Sobre todo, porque apenas hay alpinistas que se decanten por las cimas patagónicas en invierno. Si ya en el verano austral Patagonia enseña sus afilados dientes con duras condiciones climáticas, el invierno en dichos picos se presenta más extremo con mucho más viento y temperaturas más extremas. Eso sí, la estabilidad suele ser algo más frecuente que en verano. Y, justamente, el suizo tuvo la gran suerte de poder pillar un par de jornadas soleadas para escalar la «Exocet» al Standhardt. Sí, las condiciones meteorológicas fueron particularmente buenas, con radiante sol, vientos moderados y temperaturas situadas constantemente entre los -15º y los -20º. En el siguiente relato, Siegrist cuenta a GARA los pormenores de la ascensión que llevó a cabo con sus compañeros Weber y Senf al Standhardt.

Fin del proyecto

«Tras escalar en 1999 el Cerro Torre y en el 2010 la Torre Egger, solo me faltaba un pico del macizo del Cerro Torre para terminar con mi particular trilogía.

Con un tiempo ciertamente inestable, el 30 de julio subimos hasta el campamento Bridwell. Nuestro gurú del tiempo, Karl Gabl, nos dio un buen parte para comenzar a escalar. La escalada en Patagonia ha cambiado mucho en estos últimos años, ya que los escaladores tienen acceso a buenos partes.

Al día siguiente, salimos muy temprano hacia al campamento Niponino, al pie de El Mocho. Unas jornadas antes ya dejamos parte del material, justo en nuestro primer intento que fue frustrado por una tormenta. Nos dimos media vuelta antes de llegar a pie de pared.

El tiempo era bueno, pero tuvimos que abrir huella con nieve hasta la rodilla. Por desgracia, el mal tiempo de los días anteriores hizo que las condiciones fueran más complicadas. Aunque ya conocíamos de antemano la «Exocet», en esta ocasión nos llevó mucho más tiempo, ya que tuvimos que asegurarnos en muchas tiradas por el peligro de avalanchas.

Empezamos con los primeros largos de roca. La pared estaba completamente cubierta de hielo; fue un verdadero desafío para mi compañero Ralf, que era quien lideraba la escalada. Con las últimas luces del día (en esta época del año hay solamente unas 9 horas de luz al día) llegamos a nuestro vivac. Un vivac bastante agradable.

El 1 de agosto, después de una noche muy venteada, salimos casi a rastras de nuestros sacos de dormir. Ya estábamos metidos en los largos claves de la ruta. En esa chimenea recubierta de hielo y casi vertical que conduce en seis largos justo hasta debajo de la cima. El peligro de avalanchas era grande. Así pues, fuimos largo a largo, asegurando todo lo que podíamos. Dichas condiciones nos ralentizó la escalada, y nos exigió más tiempo del que había previsto.

El pasado verano austral fue cálido y seco, y por ello muchas rutas se escalaron enteramente en roca. En esta última sección los tres nos repartimos los largos. Tanto Ralf como Thomas son dos excelentes escaladores. ¡No hay nada mejor que hacer una escalada como ésta con tus dos mejores amigos!

Lideré tres largos en hielo fino y frágil. Una escalada extremadamente difícil debido a las bajas temperaturas. Escalo una sección que normalmente se hace en roca. Pero lo dicho, hay nieve y hielo, y voy más lento de lo normal. Ralf toma el liderazgo, y escala una sección de mixto y roca de unos 30 metros. Luego superamos otros 100, pero fáciles antes de llegar al hongo somital. Lo escalamos, y ya con el fin del atardecer, hacia las seis y media de la tarde, hacemos cima.

Aparece la luna llena. La vista es increíble. Era 1 de agosto. Casualidades de la vida, en la misma fecha pero dos años antes, Thomas y yo hicimos cima en la Torre Egger. Esta última jornada de escalada fue más dura de lo que esperamos, por lo que el momento de cima fue mucho más dulce.

Llevábamos comida y equipo suficiente para una jornada más de escalada. Quisimos intentar la no tan conocida Punta Herrón. Pero la última tormenta la dejó totalmente recubierta de hielo. No era posible. Decidimos descender. Fue una decisión acertada, ya que a la mañana siguiente el viento sopló con mucha intensidad».

Cerro Standhardt

Con la ascensión a ese pico el pasado 1 de agosto, Stephan Siegrist finalizaba su trilogía invernal en el macizo del Cerro Torre.

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