El Gobierno turco ha desplegado 25 cazabombarderos F16 en una base próxima a la frontera con Siria, en medio de las tensiones entre ambos países por el ataque de mortero que la semana pasada acabó con la vida de cinco civiles turcos en la localidad de Akçakale y los posteriores disparos de artillería desde Turquía.

Los 25 aviones de combate se sumaron a la flotilla que está destacada en la Base Aérea de Diyarbakir, en Kurdistán, según la cadena de televisión Al Jazeera. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo ante el Parlamento turco que su país no quiere entrar en una guerra con Siria aunque debe estar preparado ante cualquier eventualidad.

En este contexto, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, pidió a Ankara y a Damasco que eviten «la escalada» y hagan prueba de «moderación» tras la última respuesta del Ejército turco a la caída de un obús en su territorio. En la entrada a una reunión de los ministros de Defensa de los 28 países miembros de la OTAN Rasmussen alabó la «moderación» de Ankara, que «tiene el derecho de defenderse en el marco del derecho internacional».

«Obviamente, Turquía puede confiar en la solidaridad de la OTAN. Tenemos preparados todos los planes necesarios para proteger y defender a Turquía si es necesario», añadió Rasmussen, aunque confió en que «no sea necesario» actuar.

Sobre el terreno, los insurgentes anunciaron haber tomado el control de la ciudad de Marret al-Numan, situada en una carretera estratégica que une Damasco y Alepo, en la provincia de Idleb. El pasado 10 de junio consiguieron apoderarse de ella, pero la abandonaron tras una ofensiva del Ejército.

Además de los bombardeos y combates que continuaron en Alepo, donde se desarrolla una de las principales ofensivas desde mediados de julio, también hubo duros combates en Homs, donde las tropas de Bashar al Assad lograron entrar en el barrio rebelde de Khaldiyee, en una ofensiva que busca acabar con los focos de resistencia.

Frente a la escalada «insoportable» de la violencia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, demandó al régimen sirio que decrete un cese el fuego unilateral y a la oposición armada que lo respete.

Por otro lado, desplazados sirios en un campo situado en la frontera turca fueron trasladados a un campamento especial en la ciudad vecina de Qah, el primer controlado por la oposición