Nafarroa insiste en acelerar las obras del TAV hasta que llegue la hora de renegociar
El Gobierno navarro, que solo tiene atado el tramo Iruñea-Castejón, admite que Madrid no garantiza las conexiones de las vías con el entramado de alta velocidad. Aun así, Iruñea quiere acelerar las obras.Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Ante el evidente desinterés que está mostrando el Estado en hacerse cargo de los costes de las obras del TAV, el Gobierno navarro insiste en seguir con su política de hechos consumados. Ayer, el portavoz del Ejecutivo de Nafarroa insistió en que su apuesta es acelerar los plazos de la construcción del TAV hasta que llegue el momento de renegociar, aunque admite que la conexión de las vías con Zaragoza y Europa siguen en el aire.
UPN quiere forzar al Gobierno español a que cumpla con los compromisos acordados. Las obras del TAV se deben sufragar con fondos del Estado, pero el Gobierno navarro decidió apresurarse y pidió un crédito para comenzar la construcción de las vías por su cuenta y riesgo. El Gobierno del PP, que parece no tener dinero para sufragar semejante infraestructura, cada vez alarga más los plazos y reduce las partidas. La apuesta cade vez es más riesgosa y UPN ya no puede ocultar que, aunque se terminen las vías en Nafarroa, estas no tendrán ninguna conexión con el resto del Estado. Actualmente, lo único que tienen firmado es el tramo Iruñea-Castejón, que puede convertirse en una imprudente cicatriz en el territorio.
Juan Luis Sánchez de Munián, portavoz del Ejecutivo, confía en solucionar este desencuentro en la próxima renegociación del convenio. «Nuestro objetivo será asegurar todo el corredor», aseguró Sánchez de Munián. Lo cierto es que poca esperanza cabe. El empalme que unirá al herrialde con el resto del Estado depende del tramo Zaragoza Castejón y Madrid ha retirado la partida presupuestaria para ese tramo navarro-aragonés.
Y, mientras esto se alarga, el crédito que solicitó Nafarroa para ejecutar las obras sigue acumulando intereses. Realmente, nunca se ha puesto una cifra al coste que esto está suponiendo. Ayer, el portavoz dijo que no manejaba el dato. «Eso se lo debería preguntar al Departamento de Fomento», apuntó.
La solución al problema ha movilizado a la propia Yolanda Barcina, quien promete una «actualización» del acuerdo entre Iruñea y Madrid. Este pacto se firmó en 2010, bajo gestión del PSOE, y sus plazos han acabado por demostrarse irreales. Además, hay un elemento más que dificulta la operación. En teoría, Madrid devolverá el dinero que ha adelantado Nafarroa a través de Adif, pero lo más probable es que Adif se privatice.