Ibiliz Ibili | Juan Mari Feliu
Circuito de Beguze La montaña de Montori
La excursión se mueve alrededor de una montaña en forma de barco situada en el borde oriental de Ipar Euskal Herria, entre Montori, Hauze, Liginalde y el pueblo bearnés de Lanne-en-Barétous. Montori se encuentra en un lugar estratégico, al pie de la Basabürüa o la Alta Zuberoa, donde se inicia el alzamiento de una serie de cordales hasta mezclarse con la divisoria de aguas principal de la cordillera. Montori y Barkoxe están separadas por una estrecha carretera local de apenas trece kilómetros. Se inmiscuye por parajes tranquilos, entre colinas y vegas tapizadas de bosques y praderas.
Entre ambas poblaciones hay otra perdida como una isla en tierras de Biarno. Eskiula es otra curiosidad en la zona. Esta localidad es suletina, tanto en su cultura como en su historia y su vida diaria, pero administrativamente está enclavada en Biarno y depende de la cercana ciudad de Oloron, una situación que se remonta al siglo XVI, a causa de las deudas contraídas por el suletino señor de Luxe con su vecino bearnés. Desde entonces, y aunque en el XVIII el pueblo en referéndum votó reintegrarse al cantón de Barkoxe, Eskiula continúa perdida en una extraña situación administrativa.
Dar la vuelta al monte Beguze, cercanos al lomo cimero, nos dará la posibilidad de disfrutar de la cercanía de los caseríos y granjas afincadas en sus laderas, de los campos de labor, de donde llega en verano el ruido de los tractores, de las segadoras y las motosierras que preparan los lotes de leña de cara al otoño. Aquí el visitante podrá hacer además de este recorrido, otros como el que alcanza la cumbre del herboso Errezu o el que llega al lomo del picudo Argibiela, donde están los límites de Euskal Herria. Paseos por la montaña solitaria o por zonas humanizadas, los visitantes podrán disfrutar un buen dotado servicio de acogida con dos hoteles, albergues, restaurante y un camping. Destaca en el corazón de Montori su fornida iglesia del siglo XVI.
La excursión se inicia en el mismo cruce de carreteras a la entrada del pueblo. El cartel «Beguze» nos indica que hemos de tomar un carretil asfaltado que nos llevará al exterior del pueblo. Del asfalto pasaremos al pavimento de grava, ganando altura bajo la sombra de robles y fresnos, mientras dejamos praderas de siega en ambos lados. Más arriba se nivela, al tiempo que podremos ver Montori bajo nosotros. Las señales nos llevarán a un primer desvío a la derecha, donde abandonamos la pista, para cruzar un portillo. De este lugar iremos ganando altura por los flancos de la montaña, dejamos un desvío a la derecha que lleva a la borda Larrei y sin dejar de subir bajo la techumbre del bosque saldremos a una zona abierta, cubierta de helechales, sobre el caserío Sahores, apenas visible más abajo.
Aquí estaremos ante un abrevadero con un cartel de carretera que indica «déviation» bajo el puntal de Beguze. Aquí hay que prestar atención en verano por la profusión de helechos en la zona lo que no facilita el seguimiento de las marcas amarillas. La senda nos llevará a situarnos bajo el puntal cimero, donde el itinerario inicia un prolongado y suave descenso con la vista puesta en el amplio collado de Arbitze. Abajo veremos Hauze, al pie de Intxuriste y al fondo las montañas de Izarbe, con alturas como Kartxela, Txardeka y Ori. Bajo nosotros, en un coqueto vallecito situado bajo el collado, veremos los caseríos Egurbide y Etxeparen.
Tras una bajada entre rocas y un bosquete de fresnos y avellanos se alcanza el lomo del collado. Sin llegar a este amplio collado abierto entre la cumbre de Hargo (672 m.) y Beguze (767 m.), el itinerario continúa por una borrosa senda que nos llevará por fuerte pendiente a la cumbre del Beguze. Desde su alargada loma veremos una amplia vista en todas las direcciones, desde las boscosas cumbres de Arbaila hasta las montañas de Biarno en su alzamiento progresivo hacia el valle de Aspe, el macizo de Larra y el cordal principal que une la parte más alta de Euskal Herria con el picacho de Ori. Y en contraposición un horizonte de suaves colinas que se pierden hacia los confines del gran río Atturri.
De regreso por el mismo itinerario, y una vez en el lomo del collado, una senda nos llevará al otro extremo hasta una pista de tierra proveniente de los caseríos antes citados. Aquí estaremos ante un depósito de agua. Un amplio camino deteriorado por el agua nos permitirá bajar bajo un denso bosque hasta alcanzar un cruce. Cartel de madera «Liginaga-Restue y Montori.-1h.-«. Seguiremos bajando por una inclinada ladera herbosa hasta dar más abajo con el lindero del bosque con las señales. En este tramo desarbolado veremos en frente la cumbre de Madalen. Más abajo estaremos en un nuevo desvío para continuar el flanqueo de la montaña donde hemos de poner atención ya que la vegetación invade el terreno. Finalmente, escuchando el ruido del tráfico cercano, situados en el vértice de un barranco iniciaremos la bajada definitiva hasta salir a unas casas y a la carretera de Atharratze. Con la vista puesta en el cercano Montori, sólo nos restará seguir por la carretera hasta el punto de partida.