Con un podio repleto de atletas etíopes concluyó en la madrugada del sábado el maratón nocturno de Bilbo, cuya salida se dio junto al Museo Guggenheim y transcurrió acompañado de una fina y persistente lluvia que duchó a los 4.700 participantes en las distintas carreras programadas.

Vencieron los etíopes Tewodros Zewdu y Senait Gutema con dos registros de escaso valor, 2.18:07 y 3.01:27 respectivamente, después de una salida repleta de animación y en la que los altos decibelios de la música y la colección de fuegos artificiales dieron un tono especial a la noche bilbaína.

A última hora se produjo la destacada ausencia de Workitu Ayanu, la etíope que era reclamo principal de la prueba, pues la organización había apostado por ir a por un gran crono en categoría femenina, pero perdió una conexión aérea en Europa que le impidió llegar a tiempo para la salida.

En el medio maratón se impusieron Unai Sáenz de la Fuente, con 1.07:27, y la corredora del Santutxu Maite Arraiza, autora de 1.21:46. La de 7.000 metros se la adjudicó el barcelonés Roger Vila (25:20) y la boliviana Mariela Flores, de 23 años y afincada en Barakaldo (26:50).