GARA > Idatzia > Euskal Herria

Un experto afirma que usar el fracking en el Estado español es «descabellado»

«Inviable desde todos los puntos de vista» y «descabellada». Así describe el ingeniero norteamericano Anthony Ingraffea la posibilidad de que el Estado español apueste por el fracking, en el Congreso anual de la Sociedad de Periodistas Ambientales celebrado en Texas.

p022_f02.jpg

Caty ARÉVALO (EFE) | LUBBOCK (TEXAS)

Anthony Ingraffea lleva tres décadas estudiando las consecuencias geológicas de la fracturación hidráulica o fracking y su contribución al cambio climático. Precisamente, en el Congreso anual de la Sociedad de Periodistas Ambientales (SEJ) celebrado en Texas (EEUU) la pasada semana, Ingraffea, uno de los mayores expertos mundiales sobre el tema, ofreció una conferencia sobre el estado de la ciencia en torno a esta técnica, cuya utilización en el Estado español calificó de «descabellada». Tras su intervención concedió una entrevista a Efe.

La fracturación hidráulica es una técnica de extracción del petróleo y gas que están incrustados en las rocas mediante la inyección a presión de agua, arena y compuestos químicos, en la mayoría de los casos no revelados por la industria del sector. Esta técnica ha revolucionado el panorama energético de Estados Unidos poniendo a disposición grandes reservas del llamado gas no convencional a precio barato, y está ganando adeptos en varios estados europeos, entre ellos el Estado español, donde el Gobierno de Lakua y el de Cantabria se plantean explorar su viabilidad.

En la CAV, el Gobierno autonómico prevé sondear la posibilidad de extraer gas natural no convencional en Araba mediante la técnica de fracturación hidráulica. A esta iniciativa se han opuesto distintos movimientos sociales, así como las Juntas Generales del territorio, mientras que el Ayuntamiento de Gasteiz ha pedido una moratoria de al menos cinco años para la exploración o explotación de esta fuente de energía.

Las bondades con las que la industria presenta esta práctica -fuente de creación de empleo, elemento de transición hacia un futuro renovable y vía para frenar el cambio climático- son desmontadas rápidamente por Ingraffea, profesor de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Cornell (Nueva York).

Sus estudios han demostrado que, si bien es cierto que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) causadas por la extracción de gas no convencional mediante fracking son mucho menores, la emisión de metano (un gas tres veces más potente que el CO2 en su contribución al efecto invernadero) a la atmósfera en estas explotaciones es entre un 40% y un 60% superior a la de las explotaciones de hidrocarburos convencionales.

Usando datos de la Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera (NOAA), el científico ha demostrado que, aunque las emisiones de CO2 han caído en Estados Unidos en los últimos años -«en gran parte debido a las renovables y a la crisis», apostilla-, «las de metano se han acelerado notablemente, y el 49% de esas emisiones viene del petróleo y del gas obtenido a través del fracking».

Energías renovables

El Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAT) ha corroborado que esta técnica empeorará el calentamiento global en las próximas décadas. «Es importante reducir el CO2, pero también lo es reducir el metano, y la única vía conocida por la ciencia para frenar la emisión de ambos gases son las energías renovables», subraya.

«No tiene sentido -reseña- afirmar que el gas no convencional es la transición hacia un futuro renovable, en tanto que no disponemos de cien años para hacer esa transición, ya que el próximo informe del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático, que está al caer, nos va a decir que la temperatura del planeta va a aumentar 1,5 grados en menos de 20 años».

Ingraffea reclama un estudio «serio» sobre el verdadero impacto económico de la industria del gas no convencional ya que, a su juicio, «el empleo que se crea en ese sector es un puesto de trabajo que se pierde en el de las energías renovables».

«Entiendo que la posibilidad de extraer las reservas de gas no convencional pueda parecer inicialmente atractiva, pero es inviable en todos los sentidos, y creo que las administraciones deben hacer bien las cuentas y tener claro si con la relación coste-beneficio compensa invertir en esas exploraciones», sostiene. La justificación del experto norteamericano es el «enorme» coste de las nuevas infraestructuras que requeriría el Estado español para desarrollar esta técnica, las cantidades ingentes de agua que necesita y «que las empresas que estarían interesadas no contratarían a trabajadores españoles, sino que se los traerían de Texas u Oklahoma».

salud

Anthony Ingraffea considera que con la utilización de esta técnica el Estado Español «asumiría un enorme riesgo de contaminación de los acuíferos y de peligro para la salud pública que estaría absolutamente injustificado».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo