Pejenaute dimite después de que Kontuz le acusara de blanquear dinero
Yolanda Barcina aceptó ayer la dimisión del consejero de Políticas Sociales, Jesús Pejenaute. El consejero afirma que se marcha para poder defenderse mejor de las «injurias» lanzadas por Kontuz. Esta asociación destapó el viernes que, cuando Pejenaute era un alto cargo en la CAN, solicitó que se le cambiaran 180.000 euros en billetes de 500, por otros de menor cuantía, de los que es más fácil deshacerse.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Dos días después de que Kontuz hiciera público que Jesús Pejenaute ordenó que se le cambiaran 180.000 euros en billetes pequeños por otros de menor cuantía, el consejero ha presentado su dimisión ante Barcina. Pejenaute argumenta que lo hace para no perjudicar al Gobierno navarro y para defenderse mejor de las «falsas denuncias y acusaciones» realizadas por la asociación sin ánimo de lucro Kontuz, a la que ha denunciado.
A pesar de su agresividad hacia esta asociación de consumidores, usuarios y contribuyentes, el consejero admite que las revelaciones de Kontuz son absolutamente ciertas y que cambió los billetes de 500 euros por otros más pequeños, de los que es más fácil desprenderse y no están sujetos a los estrictos controles que tienen los billetes de gran valor. «Todas mis actuaciones en torno a billetes de gran valor se comunicaron y se hicieron en todo momento con el asesoramiento del responsable de la CAN en dicha materia», asegura el consejero en su carta de dimisión.
Estas operaciones, ejecutadas en tres peticiones distintas y en menos de una semana, se produjeron en 2007, cuando Pejenaute era vicepresidente del área de comercio en Caja Navarra. El consejero dimisionario lleva a gala que la caja no le levantara expediente. «Ni tan siquiera fui objeto de sanción por parte de dicha entidad», sostiene en la carta. Además, llega a aseverar que hizo todas estas operaciones bajo la batuta del «responsable de la CAN» en materia de cambios de billetes. Pese a ello, la normativa interna que regía en la CAN en esos momentos niega categóricamente que estos cambios se puedan realizar en la entidad sin pasarlos por el «reciclador» y ser reflejados en las cuentas. De hecho, el máximo permitido para cambiar billetes de 500 es de 3.000 euros. Asimismo, la caja estaba obligada a identificar a todas las personas que pretendían ingresar este tipo de billetes, precisamente para evitar que se intente blanquear dinero negro.
«Campaña de desprestigio»
El consejero se siente víctima de una «campaña orquestada» y muestra su «desprecio» hacia las personas que han revelado estos pagos opacos, presuntamente delictivos. Pejenaute dice que todo son «falsedades y manipulaciones» y promete pelear para «defender mi honor y mi integridad con más libertad en los tribunales de justicia y en aquellas instancias que considere oportunas».
GARA ya dio cuenta en la edición del sábado de las pruebas que hizo públicas Kontuz. Se trata de un intercambio de correos entre los trabajadores y la Unidad de Prevención de Blanqueo de Capitales, en los que los bancarios certifican su temor a estar colaborando con una operación de lavado de dinero y en el que uno de ellos afirma que «todo esto me da vergüenza y tristeza».
Otros medios de comunicación de Nafarroa han dado por válida la versión de que ese dinero provenía de la venta de un piso que Pejenaute tenía en Barcelona. El exconsejero habría cobrado parte de la transacción en dinero negro. Uno de ellos, que no cita fuentes, precisa que el intercambio de dinero ascendió a 144.000 euros y no a 180.000. Más tarde, Pejenaute habría regularizado su situación con Hacienda. «Las cantidades fueron declaradas en tiempo y forma a la Hacienda Tributaria de Navarra», dice la carta de dimisión.
Pejenaute se marcha dejando muchas dudas en el aire y su dimisión quita a la prensa la posibilidad de hacer preguntas. El consejero dimite sin aclarar de dónde salieron tantos billetes de 500, porque la venta del piso no es oficial. ¿Quién se los entregó? ¿Por qué no fue amonestado por la CAN? ¿Qué cantidad exacta fue la que solicitó? Todas estas preguntas no pueden quedar sin respuesta.
Las reacciones a la dimisión no se hicieron esperar ayer. La pregunta que abre Bildu es: «¿Hace cuánto que Barcina sabe de esta operación». Esta formación recuerda que Barcina era, en ese tiempo, presidenta de la Comisión de Control de la CAN y, por tanto, el cumplimiento de las normativas antiblanqueo eran de su competencia. La misma duda fue manifestada ayer por el portavoz del PSN, Juan José Lizarbe.
Hasta el PP arremete contra el exconsejero: «Hay un hecho evidente y es que las importantes dudas y los sucesivos datos que se han publicado a lo largo de estos dos días en torno a este asunto le habían inhabilitado en la práctica, más allá de la presunción de inocencia, para continuar en la administración pública».
Para I-E, la dimisión del consejero era la única salida posible. «Han tomado la decisión que tenían que tomar», dijo José Miguel Nuin. Asimismo, NaBai considera que este hecho debe tener «consecuencias políticas» en el «débil» gobierno actual.
UPN es el único que mantiene que la dimisión es un ejercicio de responsabilidad, puesto que de otro modo habría «puesto en jaque» al Gobierno. A.I.
Pejenaute se agarra a que Caja Navarra no le expedientó por estos hechos que contravenían las normativas. Además, recuerda que continuó dos años más en la entidad antes de que lo prejubilaran.