GARA > Idatzia > Mundua

Choques en las calles de Beirut tras el funeral de Hassan

Los funerales en Beirut del jefe de inteligencia de la policía, muerto en atentado, se convirtieron en una manifestación contra el primer ministro libanés, Najib Mikati, al que sus oponentes acusan de «encubrir el crimen», del que responsabilizan al régimen sirio. La Policía dispersó a los manifestantes cuando trataron de entrar en la sede del Gobierno.

p025_f01_250x120.jpg

GARA | BEIRUT

Miles de personas participaron ayer en Beirut en la mezquita Amine en el funeral por el general Wissam al Hassan, jefe de los servicios de inteligencia de la policía y por su chófer, muertos en un atentado con coche bomba el pasado viernes.

Tras la ceremonia, Fouad Siniora, jefe del bloque parlamentario de la oposición del exprimer ministro Saad Hariri, encendió los ánimos de los manifestantes reunidos en la Plaza de los Mártires. «El Gobierno es responsable del crimen que mató a Wissam y su acompañante. Por eso se tiene que ir. Mikati no puede permanecer en su puesto para cubrir este crimen. Si te quedas, es que estás de acuerdo con lo que ha pasado y lo que va a pasar», aseguró y añadió que «no habrá diálogo antes de la caída del gobierno».

El atentado y la guerra siria han avivado la crisis política en el país del cedro. Hizbulah, que cuenta con un lugar preponderante en el actual gabinete, es aliado del régimen sirio, que tuteló durante años la política en Líbano, mientras la oposición se opone a Bashar al Assad.

Asalto a la sede del Gobierno

Excitados por las arengas, unos doscientos jóvenes intentaron asaltar el Serail, sede del primer ministro. La Policía lanzó entonces bombas lacrimógenas, chorros de agua y disparó al aire, a lo que los manifestantes respondieron con piedras.

Al Jazeera informó de que algunos arrojaron cócteles molotov contra el entorno de la sede gubernamental y diferentes medios indicaron que se detectó la presencia de hombres armados en algunas calles.

Por su parte, el líder opositor Saad Hariri pidió calma afirmando que quiere «la caída del gobierno pero de forma pacífica». Varios miles de personas se habían congregado en la plaza de los Mártires, y en grandes pancartas recordaban al general Hassan como «el mártir de la justicia y la verdad». «Una sola revolución en dos Estados» proclamaba otra en alusión a Siria y Líbano; «Vete Najib» exigían al primer ministro, así como «Bashar, fuera del Serail», en referencia al Ejecutivo libanés.

Tras los incidentes, cientos ellos siguieron apostados en las inmediaciones con banderas del partido suní Movimiento Futuro, así como enseñas de las Fuerzas Cristianas Libanesas y banderas negras islamistas. Tanto Mikati como el presidente libanés, Michel Sleimane, relacionaron el atentado contra Hassan con la detención del exdiputado libanés Michel Samaha, partidario del régimen de Damasco.

En una ceremonia militar previa al funeral, en presencia de la familia de Mikati, Sleimane pidió que se acelere el proceso contra Samaha, que fue detenido acusado de transportar explosivos para cometer atentados y crear el caos, instigado por los servicios secretos sirios. Asimismo, el fallecido había dirigido investigaciones sobre atentados contra personalidades antisirias, entre ellas el que mató a Rafic Hariri, padre de Saad Hariri. Hassan fue enterrado ayer en el mausoleo de Hariri. Por todo ello, la oposición libanesa atribuyó la autoría del atentado a los servicios secretos sirios.

La misma denuncia de intentar sembrar el caos en Líbano es la que lleva Irán a acusar a Israel de estar detrás del atentado. En el resto del país también continuaba la tensión. En Trípoli hubo ocho heridos tras los cinco registrados el sábado y ayer se volvieron a cortar carreteras.

fabius acusa a siria

El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, se sumó a la sospecha de la oposición al estimar probable «la implicación de Damasco» y acusar a al Assad «de intentar contagiar» el conflicto sirio a los países vecinos.

Brahimi pide una tregua unilateral a las partes en la guerra siria

El mediador internacional en el conflicto sirio, Lakhdar Brahimi, pidió ayer a las partes beligerantes que proclamen unilateralmente un cese el fuego. Tras entrevistarse con el presidente sirio, Bashar al Assad, insistió en su propuesta de tregua durante la festividad musulmana de al Adha, entre el 26 y el 28 de octubre, y que «esta tregua sea respetada a partir de hoy o de mañana». Añadió que se trataba de una «iniciativa personal, y no de un plan de paz. Es un llamamiento a cada sirio». Dijo haber recibido una acogida muy favorable de la oposición civil. Pero la oposición armada del ELS avanzó que «como Brahimi no ha obtenido garantías por parte del régimen ha dicho que cada parte tiene que comprometerse por separado». Su portavoz, Malek Kurdi, consideró que «esto no es un acuerdo para una tregua, sino una propuesta sin garantías», con lo que predijo el fracaso de la iniciativa. Al Assad apoyó la iniciativa y planteó a Brahimi que Siria «está abierta» a cualquier propuesta que busque una solución política, «sobre la base del respeto a la soberanía de Siria y el rechazo a la injerencia extranjera», Pero matizó que cualquier iniciativa debe partir del principio del «fin del terrorismo» y que deben cesar en estas actividades «los países implicados en apoyar, armar y acoger a los terroristas». La tregua parece lejos. Ayer mismo un atentado con coche bomba en Damasco golpeó por primera vez un barrio de mayoría cristiana y mató a 13 personas e hirió a otras 29. También continuaron los combates en distritos de Damasco y Alepo. Al menos 118 personas murieron ayer en todo el país, según la oposición. GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo