Bruselas quiere dotar el presupuesto con 6.500 millones de euros para el ejercicio 2014-2020, incluido si mantienen apoyos al desguace o a la modernización, unas ayudas que defienden los gobiernos español y francés, pero que no convencen a Maria Damanaki, la comisaria del ramo .

Damanaki apuesta por eliminar este tipo de subsidios porque cree que en el pasado han demostrado ser ineficaces para reducir la sobrecapacidad de la flota comunitaria. En el centro de la discusión están las ayudas al desguace, aquellas pensadas para la modernización de la flota y las dedicadas a paradas temporales, pero también una cuarta opción con apoyos al almacenamiento de pescado durante un breve periodo de crisis.

Junto a Bruselas se han colocado tradicionalmente en este asunto países como Alemania, Reino Unido y Suecia, reticentes a mantener cualquier tipo de «ayuda socieconómica» un tipo de subsidio, sin embargo, que sí defienden con rotundidad los gobierno francés y español, entre otros. Para el Estado español es importante que sigan existiendo las ayudas a la paralización definitiva -o desguace- porque considera que ha sido una herramienta «muy útil» con la que se ha podido reducir entre un 30 y un 40% la capacidad de su flota.

La posición firme de la comisaria se habría suavizado en los contactos de las últimas semanas, al entender que la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) es «muy ambiciosa y necesita un apoyo económico».