Los miembros de la III Flotilla de la Libertad, repatriados tras su detención
Los tipulantes del Estelle fueron expulsados ayer de Israel tras pasar la noche en dependencias policiales. La navarra Begoña Zabala, junto al diputado Ricardo Sicto, llegó ayer aeropuerto de Madrid donde la esperaban otros activistas propalestinos convocados por Rumbo a Gaza.
GARA | MADRID
Israel comenzó ayer a expulsar a los tripulantes de la III Flotilla de la Libertad, que abordó el Ejército en aguas intenacionales. Los miembros del Estelle fueron detenidos el sábado en su misión de ayuda humanitaria a unas 30 millas de Gaza.
La abogada sindical navarra Begoña Zabala, junto a el diputado Ricardo Sixto, llegó ayer al aeropuerto de Madrid tras ser expulsada y pasar la noche en dependencias policiales.
Por su parte, la periodista y activista Laura Arau debía llegar de noche en un vuelo directo a Barcelona.
Un diplomático español acompañó a los tres hacia la terminal de embarque en el aeropuerto de Ben Gurió, cerca de Tel Aviv. Todos los miembros del Estelle firmaron un documento en el que renunciaban a apelar la orden de expulsión.
En sus conversaciones con la representación diplomática española, tanto Zabala como sus dos compañeros señalaron haber recibido un «trato correcto» por parte de las autoridades israelíes desde el asalto el sábado al velero, que transportaba ayuda humanitaria a Gaza para denunciar el bloqueo israelí.
Desde Madrid, la ONG Rumbo a Gaza confirmó en un comunicado la expulsión y convocó a los medios de comunicación y a la sociedad civil a recibirles a su llegada.
En total, diecinueve activistas internacionales fueron trasladados anoche al centro de detención de Guivón, cerca de Tel Aviv, desde el puerto de Ashdod, donde la Marina israelí dirigió el Estelle tras abordarlo en aguas internacionales. Israel les acusa de entrada ilegal en el país.
Los tres israelíes que también iban a bordo del barco fueron trasladados al centro de Shikmá, cerca de la ciudad costera de Askelón.
Liberado un italiano
Uno de los activistas que viajaba en el velero fue liberado y repatriado el sábado y puedo explicar cómo transcurrió el abordaje de Israel.
«Vinieron contra nosotros cuatro buques de guerra, helicópteros y lanchas rápidas. Una demostración ridícula y gigantesca de fuerza militar» indicó. «Algunas de las personas que viajaban a bordo fueron tratadas muy mal. A mi por fortuna me han sacado, no sé si porque tenía el chaleco de la Cruz Roja. Seguiremos la batalla por los derechos humanos y por la paz en el Mediterraneo», añadió.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el sábado que si a los activistas de la llamada «Flotilla de la Libertad» les preocupasen los derechos humanos «navegarían a Siria».