Los rojillos no pasan del empate a cero
Colistas sin mordiente ni recursos
A los de Mendilibar les costó mucho entrar en el partido, tuvieron serias dificultades en la primera parte y, aunque mejoraron en la segunda, apenas llegaron a la portería bética. El rival dispuso de las mejores oportunidades, mientras los locales solo pusieron corazón.
OSASUNA 0
BETIS 0
Natxo MATXIN
Voluntarioso, pero sin recursos. Osasuna no pudo hacer el mejor homenaje para Patxi Puñal, que hubiese sido el quedarse con los tres puntos, y vuelve a meterse en el pozo de la tabla, colista con el Espanyol. El equipo dio mejor imagen en la segunda parte, pero adoleció de mordiente, de llegada y de concreción. Sin generar ocasiones resulta complicado anotar y que ello se traduzca en victorias.
Bien por la necesidad de obtener la victoria, bien por el correcto posicionamiento del rival, lo cierto es que a Osasuna le costó mucho entrar en el encuentro y tutearle al Betis. Hasta mediada la primera parte, los de Mel fueron quienes mayor peligro llevaron, sacando mucho partido a las pérdidas de balón rojillas.
De dos lances como ese, ambos protagonizados por Annan, Molina a punto estuvo de sacar petróleo cuando apenas discurría el minuto 3, pero su veloz salida no tuvo, afortunadamente para los intereses locales, una finalización efectiva, ya que su disparo salió cruzado, mientras la grada tragaba saliva.
Y más que tuvo que hacerlo cuando Paulao pudo con los dos centrales rojillos para impulsarse de cabeza. El remate se marchó muy pegado al poste hasta el punto que pareció que la pelota entraba. No acabaron ahí las ocasiones andaluzas. En el 18 se le anulaba un gol a Rubén Castro -muy bonito, por cierto- por fuera de juego que pareció bastante justito.
Cruzado el ecuador de esta primera parte, la escuadra navarra comenzó a zafarse del dominio del contrario. Cejudo y Lamah se mostraron más participativos, generando jugadas por banda. Un túnel del primero acabó en centro al segundo palo al que llegó el africano, aunque muy escorado. Un robo del argentino Armenteros a Paulao en la media luna finalizó en media vaselina, que sacó el meta Adrián con estilo. Y un pase en profundidad del sudamericano que Lamah percutó, encontrándose con el cuerpo del cancerbero bético.
Fue esta última la mejor ocasión de un Osasuna que, pese a la secuencia de oportunidades firmada en el último tramo de los primeros cuarenta y cinco minutos, no se encontraba cómodo sobre el césped. Muchas incógnitas para encarar con garantías una segunda parte en la que estaban abiertas todas las opciones, positivas y negativas.
Más dominio
El panorama no varió demasiado tras el paso por vestuarios. Eso sí, Osasuna pasó a llevar la iniciativa con un Betis bastante más replegado, buscando la espalda a la contra, pero sin claridad. El dominio anfitrión tampoco se transformó en un carrusel de ocasiones, todo lo contrario, el envite entró en una fase más bien plana, con posesión, pero sin apenas llegada.
Solo un fuera de juego dudoso de Lamah antes de servir a Joseba Llorente para que anotase inquietó la defensa bética, que abortaba sin mayores contratiempos las escasas llegadas locales. Osasuna tenía el esférico, pero eso no se concretaba en absolutamente nada, el rival permitía alegrías hasta los dos tercios, pero de ahí en adelante se mostraba serio, sin permitir hueco alguno por el que entrar.
Los de Mendilibar buscaron acelerar el choque mediado el segundo tiempo, y coincidiendo con la salida de Kike Sola. Otra vez Lamah, de los más activos en ataque, se marcó una jugada individual que decidió finalizar él mismo cuando lo más lógico parecía pasar a la posición del delantero centro. Su disparo, con poco ángulo, buscó puerta, pero Adrián, bien colocado en la base del poste, abortó a corner.
Los rojillos querían, pero no podían y, mientras tanto, el Betis salía rápido, con una colada de Juan Carlos, primero, y un balón en profundidad que controló con gran mérito Rubén Castro para después desperdiciar su ocasión con una vaselina muy mal ejecutada.
Hasta el último minuto, Osasuna lo intentó, pero sin ninguna claridad. Ni el fútbol directo, ni el escasamente trenzado dio sus frutos. Las manecillas del reloj avanzaban sin compasión camino de un escaso punto que devolvía al conjunto navarro la condición de colista. Un último saque de esquina con todo el equipo volcado fue el tronco al que agarrarse, pero no era un día para milagros, no se habían hecho méritos para ello.
Sin medias tintas, el preparador rojillo, José Luis Mendilibar, reconoció la superioridad del rival a la hora de generar oportunidades claras y la escasez de méritos de los suyos para hacerse con la victoria en un choque en el que había depositadas muchas ilusiones. Con esa premisa, el zaldibartarra dio por válido el punto sumado.
«Es bueno, vistas las ocasiones que ellos han tenido, tres claras y de ellas, dos mano a mano con nuestro guardameta. El contrario ha sido mejor, han sabido estar y esperar, no han tenido prisa para nada, a partir de esa seguridad, han tenido mucha paciencia para buscar nuestros errores y lanzar balones a nuestra espalda. Además, tienen dos centrales enormes que te quitan las posibilidades en el juego aéreo», justificó al respecto de que tampoco funcionaron los balones directos.
Sobre sus pupilos, Mendilibar admitió que «hemos corrido y peleado, pero sin claridad, no hemos llegado con peligro a su portería. No hemos tenido el juego suficiente para generar ocasiones de gol, a veces las ganas no bastan. Nos cuesta marcar y tenemos que vivir con ello, espero que metamos algún gol pronto y eso nos dé confianza. Por eso, estamos contentos con el punto», insistió el entrenador vizcaino, a quien más que la última posición del equipo, le preocupan los puntos.
Por su parte, el míster bético, Pepe Mel, confirmó que «veníamos aquí con el firme convencimiento de que podíamos ganar y hemos dispuesto de la ocasión más clara con Rubén Castro. Al final, hemos empatado, pero me voy satisfecho con la entrega del equipo, bien colocado y agresivo, con Osasuna no hay otra. Le echa mucho corazón y casta, si no nos ponemos el buzo de trabajo nos cuesta. N.M.
Patxi Puñal era una persona de sensaciones contrapuestas a la finalización del encuentro. «Será un día de los que no olvidaré fácilmente en mi carrera», destacó el uhartearra, quien no pudo ocultar su tristeza por no sumar tres puntos, pues «era un partido importante, pero nos ha faltado para sacarlo adelante», explicó.
El capitán rojillo fue obsequiado con una camiseta especial -con ella jugaron sus compañeros el encuentro de ayer- en cuyo pecho estaba serigrafiado el número 464, los partidos oficiales que hasta ahora ha disputado con Osasuna. Junto a ello, recibió de manos del presidente, Miguel Archanco, una placa conmemorativa para recordar la fecha, obsequio que también tuvo el exrojillo Echeverría, presente asimismo a pie de césped.
Puñal tuvo, además, una sorpresa inesperada, con la presencia de su hijo, Oihan, que le acompañó en el acto, y de su mujer. «Ha sido muy emocionante porque a ella no le gustan este tipo de historias, es muy discreta. El público ha estado de diez, siempre anima cuando las cosas están complicadas». N.M.
Un total de 464 camisetas conmemorativas de los otros tantos partidos oficiales disputados por Patxi Puñal serán puestas a la venta para celebrar tal acontecimiento. El jugador presentó en la sala de prensa de El Sadar un ejemplar de dicha elástica, en este caso firmada por todos sus compañeros.
El que fuese jugador rojillo hasta la pasada temporada, Sergio, anunció ayer que se retira del fútbol profesional, debido a los continuos problemas musculares y posteriores recaídas que padece. Este pasado verano el central de Avilés acabó su relación contractual con la escuadra navarra, pese a haberse ganado la renovación, tras no llegar a un acuerdo económico con los responsables del club osasunista.