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Los vetos del ministro Valls indignan incluso a electos vascos del PS

La afirmación de que «no habrá una estructura administrativa vasca» es contestada por Capdevielle, Alaux y Espagnac. Desde UMP a Batasuna hacen ver al titular de Interior que se enfrenta así a la mayoría vasca

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Arantxa MANTEROLA | BAIONA

«Algunos diputados y alcaldes piden una región vasca. Ya he dicho esta semana en el Senado lo que pienso: no habrá un País Vasco francés en la próxima ley de descentralización. No habrá una estructura administrativa vasca, no queremos abrir ese debate. Tenemos las cosas muy claras y mientras ETA no entregue las armas seremos inflexibles». Esa fue la respuesta del ministro de Interior francés, Manuel Valls a una de las preguntas efectuadas por el diario «El País» en una entrevista ayer a raíz de las detenciones de Izaskun Lesaka y Joseba Iturbide.

Sus declaraciones desataron una verdadera cascada de indignación entre los electos vascos de diferentes tendencias políticas, incluidas las de algunos pertenecientes a su propio partido, el PS. Así, la diputada bayonesa Colette Capdevielle subrayó que las dos cuestiones «no están ligadas» y consideró que el ministro se excedió en sus funciones: «Está en su rol cuando habla de terrorismo, pero hay una ministra para la ley de descentralización que será examinada por la Asamblea Nacional. Además, en lo referente a la lucha contra el terrorismo, sus posiciones están absolutamente en contra de la declaración de Aiete. Desearía que viniese a ver directamente lo que pasa aquí».

En el mismo sentido, su compañera parlamentaria Sylviane Alaux manifestó que «estas declaraciones patinan en falso en relación a la voluntad local, tanto de los ciudadanos de Iparralde como de sus electos. Ya lo he dicho antes: pido un espacio de diálogo republicano, con el proceso de paz como telón de fondo. El diálogo y el proceso de paz se tejen día a día». La diputada ziburutarra tiene la intención de reunirse con el ministro para «hacérselo saber directamente», ya que está convencida de que «no tiene todos los elementos de lo que sucede en Iparralde».

El vicepresidente del Consejo Regional de Aquitania, Frantxua Maitia, dijo que «los argumentos del señor Valls no son de recibo cuando ha cesado el ruido de las armas de ETA de modo irreversible. El Gobierno debería trabajar en la construcción de la paz». «A pesar de estas declaraciones -prosiguió Frantxua Maitia-, no renunciaremos a nuestra reivindicación, que data de la Revolución francesa».

A última hora de la tarde también la senadora del PS Frédérique Espagnac «lamentó» las palabras de Valls e hizo énfasis en que «desde Aiete se ha recorrido un camino importante. El proceso será largo pero no debe ser frenado en ningún caso. Nuestra responsabilidad y nuestro deber es apostar por la paz en el País Vasco».

Desconocimiento

Por su parte, el presidente del Consejo de Electos de Ipar Euskal Herria y senador centrista, Jean-Jacques Lasserre, también deploró «la amalgama entre la entrega de las armas y el trabajo responsable, pacífico y constructivo que llevamos a cabo desde hace dos años». Incidió en que las declaraciones de Valls suponen «la peor de las maneras de dirigirse al Pais Vasco en un momento en el que hace falta diálogo y consenso para la paz».

También el consejero general de UMP, Max Brisson, reaccionó enérgicamente ante las manifestaciones de Valls. «Que se dirija a los electos republicanos del País Vasco haciendo la amalgama entre la posición [favorable a la colectividad territorial], hoy en día mayoritaria, y la acción de ETA, unánimemente condenada, es más que una torpeza, es un error político», manifestó. Le reprochó también su «desconocimiento total de la realidad y de las perspectivas del país vascofrancés».

El representante de Batasuna Xabi Larralde no se extrañó de las palabras de Valls: «Tengo dudas de si de verdad es socialista, porque su actitud no difiere de la política de Sarkozy. Desde que tomó el cargo se ha alineado completamente con las tesis del Ministerio de Interior del PP», dijo tras constatar que «puede pensar lo que quiera, pero no podrá ir contra la corriente de abrir el diálogo que se auspició en Aiete por expertos internacionales de la talla de Jonathan Powell o Kofi Annan y que es apoyada por la población vasca». El mahaikide añadió que sus propósitos serán recibidos en Ipar Euskal Herria como «la manifestación de su total desprecio a sus problemas y a los ciudadanos vascos».

La concejala bayonesa y miembro de Batera Martine Bisauta se declaró «escandalizada» por las manifestaciones del ministro: «Revelan una falta de voluntad para comprender la situación. El trabajo realizado por el Consejo de Electos no tiene nada que ver con la organización ETA. Se trata de una reivindicación territorial. Estas declaraciones son una aberración política. Mejor sería que intentara buscar una solución al proceso de paz».

Seguirán a Madrid

En la breve entrevista, Valls también se refirió al acercamiento de los presos. Reconoció que «es competencia del Ministerio de Justicia» pero acto seguido añadió que «debo decir que nosotros no lo hacemos en Córcega, y tenemos una actitud muy dura en eso», para reafirmar luego que «el Gobierno francés cooperará siempre con quienes luchan contra el terror. Dicho esto, si el proceso político español sufre un cambio, nosotros seguiremos ese camino. Seguiremos, en todo lo que decida, al Gobierno español».

El movimiento Herrira tampoco tardó en reaccionar: «Está claro que al alinearse con España y ponerse a contracorriente de la paz, Valls hace una total abstracción de la voluntad de los habitantes de Euskal Herria». Reiteró su llamamiento a movilizarse el próximo sábado 10 de noviembre en Baiona, cita que también fue recordada por Larralde, que la calificó de «cita nacional de gran trascendencia en la que hay que volcarse».

Por su parte, la diputada Alaux, que como decenas de electos han apoyado la manifestación, también confirmó que participará en la misma.

El PNV «no cuestiona» la redada, pero pide otros «avances»

Además de la polémica en Ipar Euskal Herria, en el sur las detenciones de Mâcon han dividido a los partidos en dos bloques marcados: mientras PP, PSOE, UPN y UPyD las sitúan como el camino a seguir, las fuerzas de EH Bildu denuncian lo contrario. Faltaba por posicionarse el PNV, que el domingo optó por callar. Ayer sí habló su presidente en Bizkaia y probable próximo líder del EBB, Andoni Ortuzar, que recurrió a la equidistancia: «No cuestionamos las detenciones, pero sí cuestionamos que solo se avance en ese ámbito y se hayan apartado o no se toquen otros ámbitos que creemos que son urgentes», como el de los presos.

Mucho más clara se mostró Laura Mintegi, aspirante a lehendakari por EH Bildu, para quien queda claro que «el Gobierno español no tiene ni idea de lo que es un proceso de paz». Para el diputado de Amaiur Sabino Cuadra, Madrid «sigue por la misma vía de introducir palos en la rueda de este proceso que es inevitable», algo que también subrayó Mintegi.

La división antes citada se reflejó en el Parlamento navarro. UPN y PP aplaudieron la operación y Roberto Jiménez (PSN) añadió que «el Estado de Derecho nunca está en tregua». Por contra, para Patxi Zabaleta (NaBai), los arrestos «no concuerdan ni con las prácticas internacionales ni con lo que debiera ser la actitud responsable de los estados». Bakartxo Ruiz (Bildu) añadió que «la noticia debiera ser que se inician las conversaciones de ETA con los gobiernos, eso es lo que espera la ciudadanía».

Izaskun Lesaka y Joseba Iturbide están incomunicados en Dijon y quizás hoy sean llevados a París. GARA

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