Apoyo total a Alfredo Pérez Rubalcaba en la reunión de la Ejecutiva del PSOE pese a los batacazos electorales de la CAV y Galicia. No es ninguna sorpresa. Los integrantes del órgano reunido ayer en Ferraz fueron nombrados por el propio secretario general, así que, a pesar de la caída libre del partido, nadie levantó la voz. Al contrario. Los integrantes de la dirección cerraron filas en torno a su líder e insistieron en que «no es momento» para debates nominativos, bien sea sobre una improbable sucesión o acerca de las primarias, todavía sin fecha. Con los críticos silenciados (Antonio Griñán aparece como su voz principal, con Carme Chacón desaparecida), el líder del PSOE aprovechó para desmarcarse del PSC y alimentar el discurso centralista en Ferraz. Una posición que no parece muy útil de cara a las aspiraciones de Pere Navarro para el 25N.

Como buen hombre de aparato, Rubalcaba jugaba en casa. Durante toda la semana se había especulado con la posibilidad de que los críticos pudiesen plantarle. O, al menos, afearle su responsabilidad en los malos resultados cosechados en todas las elecciones que han tenido lugar desde que es secretario general, lastrados por eso que ha venido a denominarse «oposición útil». Pero eso no ocurrió. De hecho, Griñán fue el abroncado en una sala dominada por los rubalcabistas, ya que algunos de los barones intervinieron para remarcar que «no toca» abrir el melón de la sucesión, tal y como insinúo el presidente andaluz la semana pasada. Su silencio tras la reunión evidencia que el secretario general ganó el primer pulso.

No se sale del guión

Según lo afirmado en la comparecencia posterior de Rubalcaba, la reunión de la Ejecutiva no se salió del guión marcado el miércoles, cuando rompió sus tres días de mutismo con una la rueda de prensa en el Congreso. Sobre la CAV, resultados «aceptables» y aplausos para la gestión de Patxi López. En relación a Galicia, balones fuera sobre la «fragmentación de la izquierda». Y un rotundo «no toca» a la hora de entrar en el debate sobre primarias o dimisiones.

«Me he sentido unánimemente apoyado», afirmó Rubalcaba tras concluir la reunión. Según aseguró, los miembros de la dirección del PSOE dedicaron la mañana a revisar de forma «crítica» los porqués de su progresiva pérdida de apoyos. En el horizonte, la conferencia política que la formación de Ferraz prometió organizar a finales de este año y que debería de servir para clarificar ideológicamente a un partido que hace aguas.

Preparando el 25N

Antes, sin embargo, tocan las elecciones de Catalunya. Y de ahí puede llegar un nuevo batacazo. Además, tras los comicios, que tendrán lugar el 25 de noviembre, podría romperse la pequeña tregua que mantienen los más críticos con Rubalcaba. Un secretario general que parece dispuesto a seguir poniendo palos en las ruedas del PSC.

Ayer se distanció nuevamente del discurso que mantiene Pere Navarro, que incluyó el derecho a decidir del Principat dentro de su programa electoral. A Rubalcaba, esta mención no le hizo gracia, por lo que aprovechó la rueda de prensa para alardear de unionismo. «No estamos de acuerdo», aseguró, matizando que respetan la decisión autónoma del PSC. Por el momento, las espadas seguirán enfundadas en Ferraz. Lo que obtenga Navarro determinará el futuro.