Neil Young regresa con la ternura y brutalidad de King Kong
El 12 de noviembre Neil Young cumplirá 67 años, una edad que no es equiparable al concepto de años que se tiene entre nosotros. Quizá por esta razón Young ya ha grabado dos discos en lo que va de año, «Americana», en junio, y «Psychedelic pill», álbum que se publica hoy y que presenta a un canadiense muy rockero, incisivo y sutil.
Pablo CABEZA | BILBO
Young publicó en junio el disco «Americana», un conjunto de canciones extraídas de la tradición y que él envolvió a su manera: con distorsión, intensidad y un elevado grado de violencia interna. Medio año después, el escorpión vuelve a sacudir su aguijón, esta vez para crear «Psychedelic pill», su álbum número 35.
Por edad, sus primeras influencias son músicos como Elvis Presley, Chuck Berry, Little Richard, Fats Domino, Jerry Lee Lewis y Johnny Cash, entre otros. De adolescente forma su primera banda escolar, The Jades, que pronto dejaría espacio para el nacimiento de The Squire, algo más serio.
Tras la ruptura de The Squire Young comienza a tocar folk, lo que le permite conocer a Joni Mitchell. Casualmente con The Squire había intimado con Stephen Stills, con el que formará los apasionantes Buffalo Springfield años después.
La historia de Young está repleta de casualidades y asuntos pintorescos, ya que solo de esta manera puede entenderse que pasara a ser parte de Mynah Birds, formación liderada por Ricky James, neoyorquino aficionado al soul y el funk. Muchos recordarán su bailable «Super freak». El grupo se disolve al ser encarcelado James por desertor. El bajista morirá a los 56 años por un ataque al corazón y abuso de drogas.
Bajo estas circunstancias, más las familiares, Young opta por moverse a Los Ángeles en 1969. Allí se encuentra por casualidad con su viejo conocido Stills. Tras varias charlas, la pareja más Richie Furay y Dewey Martin forman Buffalo Springfield, momento en el que comienza la vehemente historia de Neil Young.
Tras la inesperada y pronta ruptura del proyecto, Young inicia una carrera en solitario que compagina con los inolvidables CSN&Y. A estas alturas, finales de los sesenta, Young ya es un prometedor músico, el sucio y delicado guitarra que superará las brillantes carreras del resto de sus compañeros.