El caudal informativo que ha acompañado al estreno de «Skyfall» ha sido desbordante, al coincidir con la celebración del 50 aniversario de la saga Bond. La mayoría de suplementos han llenado sus páginas con la historia del agente 007 desde sus orígenes, por lo que se ha vuelto a hablar de su creador Ian Fleming. De entre todas las noticias publicadas y comentadas sobre el pasado, presente y futuro del agente secreto al servicio de su Majestad, hay una que el excéntrico escritor nunca habría imaginado.

En EON ya piensan en un sustituto para Daniel Craig, al que le quedan dos películas más de contrato. Están barajando la posibilidad de dar un cambio radical a la franquicia cincuentona con el lanzamiento del que sería el primer James Bond negro de la historia. No cabe duda de que supondría una novedad de gran impacto, y que generaría el punto de polémica que toda estrategia comercial reclama.

La primicia ha sido confirmada por la actriz afroinglesa Naomie Harris, que interviene como chica Bond en «Skyfall». Es más, ha apuntado que el candidato número uno para el papel es el también afroinglés Idris Elba, que ya fue objeto de controversia por su caracterización de Heimdall en «Thor», lo que escandalizó a los puristas comiqueros, por tratarse en origen de una figura nórdica.

Yendo un poco más lejos, y aprovechando que el Támesis pasa por Londres, no estaría mal pedir que el realizador también fuera afroinglés. Los dos que destacan internacionalmente, cumpliendo dicho requisito, son Steve McQueen («Shame») y Richard Ayoade («Submarine»). Yo me inclinaría personalmente por el primero.