Cosas curiosas del mundo televisivo: en Colombia, TeleMedellín, un canal que celebra años, pero que en la franja en que la voy viendo se trata de una programación netamente experimental, cultural en el sentido más profundo del término, se dedica a emitir debates, reportajes sobre cualquier cosa imaginable que tenga que ver con el desarrollo del conocimiento del ser humano. Tengo el privilegio de ver la emisión de una conferencia de un persona travestida sobre Patafísica, con un nivel de convicción, sabiduría, comunicación que me parece un gran hallazgo, una visión de la modernidad y de los conceptos económicos, ecológicos, sociales de una entidad tan innovadora al menos en su distanciamiento cínico de los dogmas más constreñidos tanto del poder instituido como de las supuestas alternativas. Una hora de conferencia, de inmersión en unos mundos que abren mentes, y todo ello a través del electrodoméstico esencial.

Este grato encuentro me vuelve a plantear las inmensas posibilidades que tiene la televisión, la apropiación indebida que han hecho de ella las grandes corporaciones mediáticas, la falta de alternativas reales a las programas estandarizadas por parte de otras cadenas, lo que se puede comprobar con el fracaso estrepitoso de la TDT como territorio para la epifanía de nuevos canales, señales institucionales libres de las servidumbres de los lenguajes existentes, caducos, adocenados, ideologizados, que transmiten una concepción del mundo única, que se convierte en ese pensamiento único que a veces de tanto repetirlo se convierte en algo difuso, pero que se sustancia, bastante más en las series, películas, programas de entretenimiento, que en los servicios informativos, que no son otras cosa que las excrecencias del sistema, el cubo de la basura de las consignas partidistas.

Así que nos ponemos bajo el manto delirantemente lúcido de Papá Ubú y rezamos poemas líquidos para que en algún lugar de nuestras inmensas ofertas, se deje un espacio para la normalidad, para la patafísica, para lo cultural y experimental. Sin presiones de anunciantes ni de audiencias. Seguro que sería un canal de éxito humanitario.