El presidente de la Generalitat, Artur Mas, confirmó ayer desde Moscú que Barcelona tendrá una sede permanente del Museo del Hermitage de San Petersburgo, tras reunirse con la viceministra de Cultura, Alla Yurievna Manilova, y después de un acuerdo firmado por el conseller Ferran Mascarell y la pinacoteca.

Mas y la viceministra han firmado además un protocolo de intenciones entre el Govern y el museo para impulsar que en la capital catalana se establezca «una extensión estable permanente» de la pinacoteca, con la ayuda de un grupo de inversores privados internacionales. Tanto el Ayuntamiento como el Puerto de Barcelona están detrás de la futura sede, que puede estar en la nueva bocana del Puerto, entre el Hotel W y el Muelle Oeste.

El Hermitage desarrollará el proyecto a través de la empresa privada Barcelona Cultura Development S.L., que construirá la sede y la gestionará.