La expedición realista parte hoy temprano hacia Málaga con una lista de 19 hombres en la que destacan Víctor Fuchs y Pablo Hervías. Ambos jugadores del Sanse viajan a La Rosaleda para ocupar las plazas vacantes de los numerosos lesionados que padece el equipo. Además, Ifrán también se desplaza a pesar de no haberse podido entrenar en el día de ayer debido a una «sobrecarga en la musculatura flexora de la cadera derecha».

La buena noticia la ofrecieron Imanol Agirretxe y Asier Illarramendi, quienes parecen estar recuperados de sus molestias. El de Mutriku, que el domingo pasado abandonó el campo de Anoeta con una ostensible cojera provocada por un esguince de tobillo, reconoció que «en cuanto a pisadas y cambios de dirección me he encontrado bastante bien, así que creo que para el sábado estaré mejor».

Por contra, se quedarán en casa sin subirse al avión los lesionados Claudio Bravo, Markel Bergara, Gorka Elustondo, David Zurutuza y Antoine Griezmann.

Precisamente a la plaga de lesiones se refirió Philippe Montanier en su comparecencia habitual antes de los partidos -esta semana adelantada al jueves por el viaje de hoy a Málaga-. El técnico normando reconoció que «son momentos difíciles porque tenemos jugadores lesionados, sobre todo muchos en el mismo puesto».

Es más, en la lista se encuentra un Ifrán que ayer no se entrenó, aunque Montanier admitió que «no es grave y hay mucho tiempo para recuperar».

El máximo responsable de la plantilla blanquiazul argumentó que la inclusión en la lista de Fuchs y Hervías se debe a las lesiones: «La plantilla de 23 jugadores es suficiente, pero si hay cinco, seis o siete jugadores lesionados, la plantilla está un poco corta. Además, si son en el mismo puesto, es un obstáculo para mantener un buen equilibrio en el equipo».

El resultado, lo más importante

Cuando los resultados no acompañan, la manera de ver o vivir el fútbol suele variar. Y el técnico txuriurdin es consciente de que en estos momentos «un buen resultado es más importante que la forma de jugar».

Sin embargo, también reconoció que «la suerte hay que provocarla». Y eso debe pasar mañana por La Rosaleda, donde el preparador normando cree que «vamos a empezar una serie -de partidos- importante y clave para nuestra temporada».

En su comparecencia, el entrenador fue preguntado por su situación, muy criticada por la afición sobre todo en el último encuentro, a lo que respondió que «me gusta que el presidente me apoye. Para mí es un aliciente más para sacar el máximo para la Real, para el presidente, para toda la gente de la Real. Hacer feliz a la gente es muy importante para nosotros».

Así las cosas, quiso evadirse de las críticas y pensar solo en «encontrar soluciones para salir de esta dinámica». El primer obstáculo es el Málaga, un equipo «muy motivado por la derrota en casa» y «con gran calidad técnica, con juego combinativo, en ataque posicional y con jugadores individuales de calidad».