Bill Gates aseguró que la educación constituye «una de las maneras de caminar hacia la mejora y será una de las piezas que llevará de nuevo a Estados Unidos al crecimiento con un buen control». Además de destacar la importancia de recibir educación en las aulas, admitió que el conocimiento va más allá de los títulos académicos.

Para el magnate, resulta incuestionable que a mayor nivel de educación, las tasas de paro son menores, el nivel de ingresos superior y la competitividad mucho más elevada. Estas declaraciones que contrastan con lo que afirman otros gobiernos que apuestan abiertamente por los recortes educacionales, se produjeron en el cuarto Foro anual Washington Ideas, donde Gates defendió el papel de su fundación privada a favor de la educación y admitió que el país tiene la urgente necesidad de resolver «los problemas de presupuesto» y subrayó que los ciudadanos deben de observar «como esquizofrénicas» las promesas de reducir los impuestos y aumentar las inversiones, que ve a priori contradictorias. También pidió como prioridades educativas apostar más por la tecnología, mejorar «la ecuación financiera», no siempre viable en la actualidad, y seguir avanzando en la «competitividad y dinamismo» entre los agentes del sector.

Sabida es la particular cruzada ecológica emprendida por el magnate y en referencia a los peligros que conlleva el cambio climático, advirtió de sus efectos nocivos, pero también se mostró «optimista», ya que cree que la innovación en el sector de la energía se introducirá progresivamente «aunque siempre ha sido históricamente más lenta» que en otros campos. En este sentido, señaló que «el tiempo de inventar y convertirlo en algo barato dura más que en otros sectores» y apostó a la vez por la «inversión en innovación» como fórmula para abordar los problemas ambientales.