«La parte de los ángeles» brinda por Escocia con el mejor whisky
El momento soberanista escocés queda reflejado en la mejor y más divertida comedia social del viejo Ken Loach. Una celebración en toda regla con añejo whisky de malta y el himno oficial de los Proclaimers, coreado por una juventud que no piensa rendirse ante la crisis.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
«Angels' Share» es a la cata de whisky lo que «Entre copas» fue a la de vino, por lo que está destinada a convertirse en una película de culto para los que aprecian dicha bebida. Estoy hablando de la cata, de la degustación, algo que no tiene nada que ver con la mera ingesta alcohólica. Hasta los abstemios disfrutan de un buen Malta escocés, porque llega a otros sentidos, sin necesidad de llevárselo al estómago. Es famoso el caso del actor Johnny Depp, reconocido fanático del Lagavulin 16, que suele pedirse una copa sólo para olerla, y como mucho se moja los labios, ya que no bebe alcohol.
El grupo de jóvenes marginales de Glasgow que protagoniza la película no tiene acceso al consumo de una bebida cotizada como el Scotch, ni tampoco están acostumbrados al consumo de bebidas de alta graduación. Le dan al refresco nacional llamado Irn-Bru, elaborado por la familia Barr desde hace más de un siglo, hasta conseguir desplazar en territorio escocés a las multinacionales de las bebidas carbonatadas.
Los tres chicos y la chica que protagonizan «Angels' Share» encuentran en el whisky un sorprendente camino de redención, cuando creían no tener salida y se veían toda su vida haciendo trabajos sociales para eludir la cárcel por pequeños delitos y gamberreo. La perspectiva de futuro surge, contra todo pronóstico, por puro azar. Es el asistente social, que se encariña con uno de ellos, al que le da a probar su primera copa con inesperados resultados.
El buen hombre se lleva a su favorito, Robbie, y al resto a una cata en Edimburgo, donde el chico dará muestras de poseer una privilegiada nariz de oro, y a partir de ahí le surgirán ofertas de trabajo como prometedor sumiller. Lo tiene todo para convertirse en un experto en whisky, aunque no le será tan fácil escapar de su condición marginal. Acaba de ser padre y la familia de su pareja no está dispuesta a darle ninguna oportunidad.
Como quiera que el destino se empeña en empujarle hacia lo delictivo, se las tendrá que ingeniar para salir adelante organizando un robo dentro del nuevo mundo al que intenta acceder, donde también existen ilegalidades bajo el aspecto formal del traje y la corbata que pueblan las subastas de un añejo tan preciado como el Malt Mill de la Destilería Balblair.
De la comedia costumbrista de corte social se pasa a la pura comedia de acción, porque el relato del robo está rodeado de suspense humorístico. La escena del registro policial, cuando los cuatro ladrones de whisky han de mostrar lo que llevan debajo del kilt, es lo más divertido, a sabiendas de que su tesoro liquido no se encuentra, evidentemente, bajo las faldas.
Ken Loach responde al pesimismo generalizado por la crisis con un humor desafiante y positivo, dado el esperanzado momento que vive la Escocia soberanista.
El título de «Angels' Share» se refiere a la parte que se evapora, más o menos un dos por ciento, durante el reposo del whisky de malta en barrica de roble. Los jóvenes marginales de las película no beben Scotch, sino el refresco nacional, que se llama Irn-Bru. Cuando roban el preciado Malt Mill de la Destilería Balblair, para pasar desapercibidos ante la policía lo introducen en botellas de Irn-Bru. La primera vez que Robbie prueba el whisky en casa del asistente social Harry, éste le ofrece una copa de Springbank de 32 años, a pesar de que la botella cuesta unos 650 euros. El primer sorbo es un puñetazo alcohólico, pero no se puede resistir a su aroma y nace en el chico un futuro sumiller.
La cata del experto se abre con un Lagavulin 16, el clásico de Islay que se presta al análisis de los sentidos por su característico olor y sabor de turba ahumada. Luego, reta a Robbie en una cata ciega, y éste duda entre dos maltas singles de la zona de Speyside, resultando que se trata de un Gragganmore, y no de un Glenfarclas. M. I.
Título Original: «Angels' Share».
Dirección: Ken Loach.
Guión: Paul Laverty.
Producción: Rebecca O'Brien.
Intérpretes: Paul Brannigan, John Henshaw, Gary Maitland.
Fotografía: Robbie Ryan.
País: Gran Bretaña, 2012.
Duración: 101 minutos.
Título Original: «Babettes Gaestebud». Dirección y guión: Gabriel Axel, sobre la novela de Isak Dinesen. Intérpretes: Stéphane Audran, Bodil Kjer, Birgitte Federspiel. País: Dinamarca, 1.987. Duración: 102 minutos.