Mikel INSAUSTI Crítico cinematográfico
¡Hasta luego, Lucas!
Hace tiempo que tenía perdida toda esperanza sobre la finalización de «Star Wars», según el plan inicialmente previsto por George Lucas. Nunca veremos la tercera trilogía tal como fue concebida, y tal como la soñamos en el pasado. Sólo queda renegar de cuanto en el futuro lleve el nombre de la saga, cuya nueva explotación comercial va a ser un hecho a partir del año 2015.
Disney está en su perfecto derecho de hacer lo que le venga en gana con Lucasfilm, pues para eso ha pagado 4.050 millones de dólares por la compañía, 35 años después del estreno de «La guerra de las Galaxias». No me cabe ninguna duda de que, conociendo la política del estudio de Burbank, harán una interminable serie por entregas, en imagen real, en animación, en 3D, en IMAX y en cualquier otro sistema que esté por venir.
La cantidad tendrá que primar sobre la calidad, ante la imposibilidad de mantener el nivel creativo del original. El mefistofélico contrato deja al padre de la criatura como simple asesor artístico, sin poder de decisión alguno. Ha renunciado voluntariamente a todos sus derechos, dejando a varias generaciones de fans desamparadas.
Que nadie piense en un posible sustituto para Lucas, ya que los cineastas de renombre consultados se niegan a tomar la responsabilidad de un proyecto inacabado de tales dimensiones. Ni Spielberg, ni Taranino, ni ningún otro de los grandes están dispuestos a cargar con la herencia galáctica. Me falta por saber lo que opina de todo esto John Lasseter, pero Pixar no puede estar en cada uno de los frentes abiertos por Disney, para solucionar lo que sus ejecutivos no saben manejar.