Guardias municipales de Bilbo, en colaboración con la Policía española, volvieron ayer a los pabellones abandonados de Cromoduro y Tubos Reunidos Allende, en Zorrotzaurre, para practicar una nueva redada en la que identificaron a 21 personas sin techo -en la anterior fueron 24- que se cobijaban en las naves industriales en desuso.

Esta nueva operación policial, en la que cinco de los desalojados fueron trasladados a la Jefatura de la Policía española en Indautxu, es la segunda que se efectúa en una semana y fue el preámbulo a la reunión de la Mesa de Seguridad del Ayuntamiento, que llevaba seis años sin reunirse.

En las últimas semanas, precisamente, una campaña mediática ha tratado de justificar posteriores actuaciones policiales en ese área de la capital vizcaina, aduciendo que existían quejas de los vecinos de Zorrotzaurre y la Ribera de Deustua por la ocupación de varios inmuebles.

La actuación generó la protesta de SOS Racismo y otros colectivos sociales.

Mientras tanto, los propios residentes en la península, agrupados en la AAVV Euskaldunako Zubia, han buzoneado recientemente en el barrio una hoja informativa, en la que subrayan que este tipo de redadas «no garantizan en absoluto la solución del problema», al tiempo que abogan por «huir de generalizaciones y focalizar el problema en quienes lo generan, sin añadir un problema sobrevenido a unas personas que viven en condiciones precarias y muy difíciles».

El colectivo ciudadano reclama que el Ayuntamiento actúe contra las empresas para que mantengan en condiciones sus instalaciones en desuso y las vigilen, retirando los productos tóxicos que aún albergan.

Mesa de Seguridad

Antes de acudir a la Mesa de Seguridad, el portavoz de Bildu, Txema Azkuenaga, manifestó que pensaba transmitir al resto de miembros de ese foro que «el principal problema de Bilbao no es el problema de seguridad sino la exclusión, tal y como reflejan año tras año las estadísticas». Asimismo, rechazó las redadas «indiscriminadas» como las de ayer y denunció la intencionalidad del alcalde, Iñaki Azkuna, «al unir inmigración con delincuencia y ocupación».

La coalición soberanista se opone a que el equipo del PNV haga un uso «abusivo» de la Policía Municipal, «tratando de equipararla, en ocasiones, con otros cuerpos policiales de carácter más represivo». Además, Azkuenaga advirtió de que Bildu no piensa participar en ningún foro «cuyo único objetivo o labor sea la represión», al tiempo que reivindicó acciones contra la exclusión social.