EH Bildu llevará una propuesta a las Juntas Generales de Araba y al nuevo Parlamento de Gasteiz para crear una comisión interinstitucional que, desde el territorio, vigile «la buena marcha» del proceso de cierre y desmantelamiento de la central nuclear de Garoña. Así lo anunció ayer el portavoz de la coalición en la Cámara de Araba, Gorka Ortiz de Guinea, junto con los parlamentarios Belén Arrondo e Igor López de Munain, el procurador Patxi Martínez de Albéniz y los concejales David Pina e Iratxe López de Aberasturi.

La coalición propone que este órgano sea un foro de coordinación de primer orden para realizar el seguimiento y recabar toda la información para después comprobar la seguridad en todas las fases del proceso. En lo que a la composición respecta, sugirieron que esté formada por representantes institucionales de Lakua y la cámara de Gasteiz, JJGG y Diputación de Araba. Asimismo, las cuadrillas, ayuntamientos y concejos directamente afectados también tendrían representación.

No obstante, más allá de las instituciones, EHBildu se mostró favorable a que tomen parte en este órgano colectivos y movimientos sectoriales, agentes sociales y sindicales, expertos en la materia y si fuera necesario representantes de sectores económicos afectados por la central y su cierre.

«Según los expertos, el proceso de desmantelamiento podría prolongarse durante diez años -explicó Ortiz de Guinea-. Si nos atenemos a lo ocurrido en Zurita, el predesmantelamiento duró cuatro años, pero en el caso de Garoña puede prolongarse durante mucho más tiempo porque es mucho mayor y porque el proceso de parada, cierre y desmantelamiento se ha preparado con mayor premura».

Recordó, por último, que los expertos advierten que además de largo, el proceso puede ser peligroso y costoso.

Informe de funcionamiento

Precisamente ayer, un informe de funcionamiento de la central de Garoña elaborado por Nuclenor, empresa propietaria de la planta nuclear, reconoció que en estas instalaciones trabajaron en octubre 774 personas.

Fuentes del comité de empresa de la planta señalaron a Efe que desconocen cuál será su futuro porque, aunque pesa una Orden Ministerial para el cierre de la planta el 6 de julio de 2013, la empresa propietaria asegura que hay cauces administrativos para que pueda seguir operando más allá de esa fecha.

En el informe también se detalla que en la piscina donde se almacena el combustible sólido gastado hay en este momento 2.105 elementos, aunque su capacidad es de 2.609 elementos.

Según la normativa del Consejo de Seguridad Nuclear, Nuclenor se tendrá que hacer cargo de la planta atómica mientras mantenga combustible en su interior. Fuentes de Enresa apuntaron que ese periodo se prolongará al menos durante tres años a partir del cese de la actividad, el periodo mínimo de «enfriamiento del combustible nuclear».