Crónica | El drama de los desahucios
«Ellos tienen la pasta y nosotros, los muertos»
Colectivos sociales y sindicales llevaron hasta la sucursal de La Caixa de Barakaldo su rechazo a los desahucios y a los recortes sociales, a la vez que recordaban a amaia egaña, que se suicidó la pasada semana cuando iba a ser desahuciada. La Ertzaintza sacó a empujones a los manifestantes que se colaron en un descuido.
Juanjo BASTERRA
Los colectivos sociales y sindicales de Barakaldo se concentraron ante los Juzgados y acudieron en manifestación hasta la sucursal de La Caixa para mostrar su rabia por las consecuencias que los desahucios están provocando en la sociedad. Desde que se inició la crisis económica en Hego Euskal Herria, más de 11.000 personas han sido expulsadas de sus viviendas por no poder hacer frente a los pagos de las hipotecas.
En Barakaldo, recordaron a Amaia Egaña e invitaron a la población a moverse. De hecho, mañana a las 17:30 desde la plaza Sagrado Corazón de Bilbo se iniciará una manifestación para rechazar los desahucios y los recortes sociales. La mayoría sindical vasca y un centenar de colectivos sociales llaman a ocupar las calles para terminar con esa lacra «que está terminando con las expectativas de muchas personas y familias». Sin que se conocieran las insuficientes medidas para terminar con los desahucios del Gobierno español del PP, hubo mucha tensión, porque en los primeros seis meses de este año se han producido ya 137 órdenes de desahucio contra vecinos de Barakaldo, que sufre la crisis y la pobreza, pero llegan a 331 desahucios en el conjunto de Ezkerraldea.
Al llegar la manifestación a la oficina de La Caixa, ubicada en una zona céntrica de la localidad, arreciaron los gritos de «ellos tienen la pasta, nosotros los muertos», «políticos corruptos, banqueros asesinos», «no es una crisis, es una estafa», «ez, ez, ez, murrizketarik ez», «contra el paro, lucha obrera» o «ni un desahucio sin respuesta».
Para entonces, la Ertzaintza custodiaba la sucursal, pero en un descuido algunos de los manifestantes lograron entrar entre forcejeos, aunque los ertzainas sacaron a empujones y algunos golpes a quienes se habían colado en el banco, mientras que el director de la sucursal impedía a los clientes que salieran para evitar que entrase la manifestación. Ainhoa Irazabal, de la plataforma Berri-Otxoak recordó «que La Caixa tuvo a la venta en internet el puso de Amaia Egaña, vecina nuestra que se suicidó cuando iba a ser desahuciada de su vivienda. Esta caja obtuvo un beneficio neto de 157 millones después de destinar 8.737 millones a dotaciones».