Maite SOROA | msoroa@gara.net
Aplausos al Gobierno
El Gobierno español aprobó la paralización de los casos desahucio más extremos, un parche para ir tirando, pero a la prensa incondicional del PP le parecía el no va más.
«Abc» titulaba en su primera página «El Gobierno frena los desahucios dos años pese al plante del PSOE». Ya, y de las asociaciones que piden una solución que pasa por cambiar una ley injusta, aunque para La Razón», «El plan aprobado por el Gobierno combate con eficacia y realismo un grave problema social». Como siempre.
«La Razón» era más «original», pero también hacía gala de peor gusto: «Stop del Gobierno a los desahucios». Editorializaba sobre ello y concluía así: «el Gobierno ha cumplido con su deber en un asunto difícil, en el que estableció un orden de prioridades y actuó en consecuencia». En eso estamos de acuerdo. Y ya sabemos cuáles son esas prioridades.
El título del editorial de «El Mundo» sugería que aun no se ha solucionado el asunto: «Un paso adelante en la solución de los desahucios», y reconocía que «no faltará quien considere que estas condiciones deberían haber sido menos estrictas», pero quien piense eso no tiene razón, porque «el Gobierno ha intentado mantener un equilibrio entre la necesidad de resolver un grave problema social y los derechos de las entidades bancarias», y ya sabemos qué es lo primero. También reconocía que el decreto aprobado «no podrá impedir la mayoría de los 2.000 desahucios de primera vivienda que se están produciendo cada año», y después afirmaba que «estamos ante una oportunidad única de revisar nuestra legislación hipotecaria, que data de 1946 y que obviamente ha quedado superada por la evolución de la sociedad española», pero decía que «hay que conciliar la protección a los más desfavorecidos con la estabilidad del sistema financiero». Y, repetimos, ya sabemos qué es lo primero.
En el mismo diario, Victoria Prego lo tenía más claro, y aseguraba que el Gobierno español «ha ido todo lo lejos que podía para hacer un sucedáneo de tortilla sin tener que romper los huevos», porque «romper los huevos es lo que habría supuesto lanzarse a anunciar una reforma de la Ley Hipotecaria que, para que, para que consiguiera dejar tranquilos a todos los afectados, tendría inevitablemente que dañar de manera gravísima a los bancos y al sistema financiero en su conjunto», que somos todos, ¿verdad, Victoria? Aunque unos más que otros.