El Ibex cayó de los 7.600 puntos al final de la sesión, presionado por las referencias más negativas del momento. Aparte de soportar ya el catastrófico marco macroeconómico dibujado por la recesión y la subida de los precios, el Estado español tiene pendiente a corto plazo resolver la puesta en marcha efectiva del banco malo, denominado Sareb, y la cuantificación ajustada de las necesidades de recapitalización de las entidades insolventes del sistema financiero. Pero los inversores, además, no dejan de mirar diariamente a los EEUU, donde se juega también una buena parte de las posibilidades de recuperación europea en el debate sobre el «abismo fiscal». Por ahora, la Administración Obama pide más tiempo para aprobar la subida de impuestos y los recortes de gastos. El sesgo pesimista de todos los datos de la jornada llevaron al Ibex a perder un 1,39%, hasta los 7.588,20 puntos, por lo que baja un 0,63% en la semana. En el año retrocede un 11,42%. Las grandes plazas europeas también acabaron en rojo. Fráncfort se dejó un 1,32%, Londres, un 1,27%, y París, un 1,21%. En el Ibex, el peso de los bancos fue determinante para profundizar en la caída. Todos ellos, a excepción de Bankia (-1,37%), superaron ampliamente el 2% con sus descuentos. Indra (+3,34%) fue el mejor de la sesión. En el Cac, Alcatel-Lucent (-4,94%), Crédit Agricole (-2,86%), Société Générale (-2,80%) y France Télécom (-2,68%) registraron las mayores bajadas, mientras que Renault (+1,15%) finalizó al frente de los cuatro únicos ganadores. El selectivo parisino sube un 5,75% en el ejercicio.