«Si por la inacción del Gobierno muere algún preso, los kurdos radicalizarán su protesta»
Nacido en 1976, es diputado del Partido Paz y Democracia (BDP) en la provincia de Bingöl y máximo representante del grupo prokurdo en la Gran Asamblea Nacional Turca. Varios diputados del BDP se han unido a la huelga de hambre que miles de presos kurdos están secundando desde hace 65 días para exigir la enseñanza y la defensa jurídica en kurdo y el fin del aislamiento de Abdullah Öcalan.
David MESEGUER | ANKARA
El jefe parlamentario del BDP defiende que las demandas de los presos políticos kurdos en huelga de hambre conciernen a derechos fundamentales de cualquier pueblo y hace un llamamiento a gobiernos e instituciones internacionales a presionar a Ankara. Advierte de que la estrategia del AKP para luchar contra la causa kurda con arrestos masivos, operaciones militares y el aislamiento de Abdullah Öcalan es errónea y solo traerá una escalada del conflicto, por lo que insta al Gobierno a ser el interlocutor directo en una nueva ronda de conversaciones.
Se cumplen 65 días de la huelga de hambre iniciada por los presos políticos kurdos, ¿qué pasos debe dar el Gobierno para que se ponga fin a la protesta?
Desde un inicio, las tres demandas han sido la posibilidad de recibir la educación en la lengua materna, poder utilizar el kurdo en los tribunales y el fin del aislamiento de Abdullah Öcalan de 475 días en la isla-prisión de Imrali. Nuestras peticiones no son políticas, conciernen a derechos fundamentales. Todas las declaraciones de ONG defensoras de los derechos humanos nos dan la razón y, por lo tanto, son necesarios gestos del Gobierno en estos tres ámbitos para que los huelguistas finalicen su acción de protesta y para la solución del conflicto kurdo.
El Gobierno turco ha enviado al Parlamento un borrador de ley que abre la vía a que los procesados puedan utilizar el kurdo en los tribunales, ¿es suficiente este gesto?
No es suficiente y responde a la presión que han ejercido sobre Ankara las muestras de apoyo internacional. El Gobierno quiere deshacerse de esa presión y dar una imagen positiva al mostrar que está trabajando en algunas de las demandas, pero es pura fachada. Con esta propuesta de ley, el procesado solo puede utilizar su lengua materna antes del juicio y no directamente ante el juez y, además debe pagar por ello, por lo que prácticamente ninguno de los presos kurdos puede costeárselo.
¿Qué le parecen las muestras de apoyo internacional que están recibiendo?
Apoyos del calibre de Noam Chomsky son importantes y queremos que sigan en aumento. El problema es que recibimos soporte a nivel colectivo, pero no institucional de los diferentes gobiernos. Instituciones como el Consejo de Europa podrían ejercer presión sobre el Gobierno turco, pero no lo hacen.
Algunos huelguistas están en estado crítico. Si empiezan a producirse muertes, ¿puede endurecerse el conflicto en Kurdistán Norte?
Si finalmente la inacción del Gobierno provoca la muerte de algún preso, el pueblo kurdo radicalizará sus protestas y más jóvenes irán a las montañas para unirse a la guerrilla. Ankara no puede asumir la responsabilidad de dichas muertes, por eso tememos que cuando los huelguistas pierdan el conocimiento se trate de resolver la situación con una actuación médica por la fuerza.
El Gobierno turco ha puesto sobre la mesa la posibilidad de reinstaurar la pena de muerte.
El restablecimiento de la pena de muerte es imposible, no podemos volver al pasado. Lanzar esta propuesta en el momento que esperamos una solución por parte del Gobierno para acabar con la huelga de hambre es una auténtica locura. Si en vez de buscar una solución solo se producen más muertes el conflicto nunca finalizará. El Ejecutivo intenta usar la pena de muerte como una amenaza a la lucha kurda, pero esta no cesará.
El Gobierno sigue con la oleada de detenciones que desde 2009 ha dejado más de 10.000 políticos, activistas y periodistas kurdos detenidos.
La estrategia del AKP para luchar contra la causa kurda son los arrestos políticos masivos, las operaciones militares en todo Kurdistán Norte y el aislamiento de Abdullah Öcalan. Desde el BDP creemos que es una estrategia errónea y, pese a que el pueblo kurdo no ceja en su lucha política, el Gobierno se empeña en continuar con su actitud represiva.
¿El contexto internacional, con las negociaciones en Colombia entre Gobierno y FARC y la paz alcanzada en Filipinas, presiona a Ankara y a PKK a retomar las negociaciones que tuvieron lugar en Oslo en 2011?
A diferencia de estos procesos, las negociaciones fueron entre el MIT -los servicios de inteligencia turcos- y el PKK. Y negociando con el MIT no se puede resolver el conflicto ya que no es su cometido, cualquier negociación requiere la implicación directa del Gobierno. Ankara ha sido testigo directo de las negociaciones en Filipinas entre el Ejecutivo de Manila y El Frente Moro de Liberación Islámica y, por lo tanto, conoce cómo hacerlo. Pero el Gobierno quiere seguir teniendo a los kurdos sometidos y continuar la guerra.
Si no hay ningún gesto claro por parte de Ankara, ¿es posible que se unan más diputados del BDP a la huelga de hambre?
No, porque hemos trazado una estrategia en la que algunos diputados están secundando la huelga de hambre pero otros están presentes en las protestas y diferentes acciones. Necesitamos a nuestros miembros en buena condición física y mental para liderar las protestas del pueblo kurdo y que, de este modo, tengan repercusión internacional.
En relación a los últimos acontecimientos en la frontera siria, ¿qué opina sobre una intervención militar de Turquía?
El objetivo del Gobierno turco en Siria es el control de las regiones kurdas y acabar con la cuota de libertad y autonomía conseguida en Kurdistán Oeste. La comunidad internacional debe aceptar esa situación, y un ataque turco solo desestabilizaría el país ya que muchos sectores de la sociedad turca están en contra.
El copresidente del Partido Paz y Democracia (BDP), Selahattin Demirtas, ha instado a todo el pueblo kurdo a unirse a la huelga de hambre que están realizando miles de presos políticos kurdos con un ayuno de 48 horas que se llevaría a cabo hoy y mañana, y mostrar así su apoyo a sus reivindicaciones. La acción comenzará a las 10.00 de hoy y finalizará a las 16.00 del mañana.
El dirigente del partido prokurdo ha animado a quienes se sumen a la iniciativa a apagar las luces durante la noche como señal de protesta y a salir a las calles para apoyar las marchas masivas como gesto de desobediencia civil.
D.M.