El sindicato LAB valoró ayer el preacuerdo alcanzado en el convenio del Papel de Gipuzkoa como un «buen acuerdo» que demuestra que en Euskal Herria «se puede profundizar en un modelo propio de relaciones laborales» basado en los derechos de los trabajadores.

LAB explicó, en un comunicado, que el preacuerdo alcanzado por Adegi y los sindicatos LAB, CCOO y UGT tras trece reuniones «mejora un convenio ya de por sí muy completo en salarios y derechos laborales».

El preacuerdo incluye una subida salarial del IPC por cada uno de los tres años de vigencia, así como el mantenimiento de la jornada. Valora especialmente que «regula la necesidad de acuerdo entre trabajadores y trabajadoras y empresa para un descuelgue salarial, da ultraactividad hasta el 2017 y una ordenación de la Comisión Paritaria».

La central opinó que el acuerdo muestra que el convenio colectivo es «una herramienta válida y necesaria» y que si hay voluntad «se puede llegar a entendimientos importantes que den estabilidad a los trabajadores y a la empresa, justo lo contrario que ocurre cuando la patronal opta por la aplicación de las reformas laborales». El preacuerdo deberá ser refrendado en cada empresa en los próximos días.

ELA mantiene la prudencia

El sindicato ELA, por su parte, valoró «positivamente» el preacuerdo alcanzado, aunque consideró que «la lucha continua».

En un comunicado, la central señaló que Adegi, «presionada por el inicio del proceso de votaciones para ratificar la huelga en el sector», ha decidido modificar «sustancialmente su propuesta», de manera que contempla subidas salariales del IPC en cada uno de los tres años de vigencia del Convenio.

A su juicio, el cambio en la propuesta de Adegi demuestra que «se pueden incrementar salarios y se pueden acordar ciertos blindajes anti-reforma». No obstante, consideró «inconcebible la inmediatez del resto de sindicatos para aceptar la propuesta».

Destacó que la firma de este preacuerdo es «positiva» pero advirtió que el Convenio «no da tranquilidad para los próximos tres años». En este sentido señaló que hay «varios peligros, que obligan a estar muy alerta» como la negociación del convenio estatal del Papel o que «en cualquier momento la patronal puede aprovechar momentos de debilidad para intentar imponer un convenio de empresa a la baja que tendría prioridad aplicativa».