Un recopilatorio titulado «The Rolling Stones GRRR!» festeja los cincuenta años stonianos con cincuenta canciones que repasan la longeva vida musical de esta banda londinense surgida en abril de 1962. No obstante, existe una versión reducida de cuarenta cortes y otra extendida de ochenta.

Lo que ocurre a lo largo de las más de tres horas de historia será diferente según se escuche cada corte unido a los sentimientos, se oiga como una banda sonora por detrás de las imágenes o, si acaso, como el inquieto que busca el porqué del éxito de un grupo del que habla su abuelo, su padre y el hermano mayor.

La escucha más emotiva le corresponderá a quien asocie canciones con episodios y estampas de su vida. Momentos en los que el mundo era de otra manera, quizá más romántico, y en el que las ilusiones formaban parte de cada amanecer. Melodías pegadas a un primer amor, al crecer de los hijos o al nacimiento de las primeras canas. Si este fuera el caso, el potencial de las canciones será como un chute con todos los energéticos de la parafarmacia.

La sucesión de discos y canciones forman una línea del tiempo. Los primeros títulos descubren cómo el rock and roll de los cincuenta y el viejo blues fueron el punto de partida de lo que en los primeros sesenta era una banda de ritmo y blues.

Con el transcurso de los cortes (por innecesario se prescinde de títulos) Jagger (69 años), Richard (68) y compañía se aproximan al sonido de las diferentes décadas que han vivido y los distintos sonidos asociados. Todo con una coherencia estilística abrumadora. «GRRR!» demuestra, de paso, que todas las épocas fueron brillantes, que compusieron blues y rock con una clase y estilo propio admirable. Jagger y Richard divagaron musicalmente en algunos momentos (escasos), pero el presente triple recoge lo más coherente de esta carrera infinita. Incluso sorprende el sonido tan stoniano de las dos nuevas canciones que aportan, «Doom and gloom» y «One more shot», más dignas de lo que cualquiera podría esperar.

Existen muchos recopilatorios stonianos, pero «GRRR!» es uno de lo más panorámicos.