Anoeta vivió una fiesta
La calidad y el trabajo unidos llevan a un triunfo brillante
Carlos Vela, por partida doble, Mikel González y Chory Castro marcaron los cuatro goles y Cobeño y Mateu impidieron un tanteo mayor. Los dos triunfos seguidos acercan la zona europea a tres puntos.
REAL SOCIEDAD 4
RAYO VALLECANO 0
Joseba ITURRIA
La Real logró su segunda victoria consecutiva en un encuentro en el que el mismo once ofensivo que ganó en Málaga demostró que cuando a los jugadores de calidad les da por trabajar se consigue una combinación perfecta. Eso permitió a Anoeta vivir una fiesta con una goleada que se quedó corta para los méritos que realizó su equipo.
Fue un gran partido de la Real en el que quedó patente la calidad que tiene esta plantilla. Marcó cuatro goles, pero pudo lograr un resultado de escándalo porque en la primera parte los blanquiazules fueron muy superiores y en la segunda los riesgos ofensivos del Rayo al jugar con tres defensas abrieron unos espacios que facilitaron el juego de contragolpe.
Pero lo mejor fue que la Real no solo atacó bien y marcó cuatro goles, sino la buena disposición que tuvieron unos jugadores eminentemente ofensivos. Al ver la alineación de Málaga parecía complicado que con esos futbolistas el equipo defendiera bien, pero los elegidos para conseguir la reacción no se limitaron a sostener que la mejor defensa es un buen ataque. También estuvieron a la altura sin balón, que es lo más meritorio de los dos últimos partidos en los que la Real solo ha encajado un gol, y de corner.
Daba gusto ver a jugadores ofensivos como Ifrán, Vela y Chory Castro bajar a ayudar a posiciones cercanas al área como hicieron en Málaga, aunque el mayor placer fue ver el trabajo de un doble pivote de la juventud y el talento de Illarra y Pardo, que dio dos asistencias a Vela y Castro y una tercera que se puede contar como tal en el gol anulado a Ifrán y obligó a Cobeño a hacer un paradón. Pero lo más destacable no fue su calidad, sino su trabajo.
Siete minutos apoteósicos
La Real encarriló el encuentro en siete minutos, en los que Carlos Vela marcó dos goles con el acierto que le había faltado en el inicio liguero. El Rayo acusó los golpes como un boxeador noqueado y solo Cobeño impidió que el encuentro quedara sentenciado en los minutos siguientes al realizar tres buenas paradas a remates de Pardo, Iñigo Martínez e Ifrán.
No solo Cobeño, también Mateu impidió que el partido acabara en media hora porque anuló un gol a Ifrán por una mano que no sancionó su asistente, mejor colocado, y que tampoco se aprecia en la repetición de la jugada por televisión. Y en caso de duda no se puede anular un gol. Además tampoco sancionó un penalti claro por mano de Gálvez a disparo de Castro.
Fueron siete opciones claras de gol en 37 minutos en los que la Real respondió bien a la apuesta por el mismo equipo ofensivo que había ganado en Málaga. Tanta calidad junta derivó en esa avalancha de fútbol que se concentró en siete minutos, pero en el resto del primer tiempo los blanquiazules también fueron muy superiores.
Solo Leo Baptistao, que causó problemas con su velocidad a Iñigo Martínez, inquietó en dos acciones mediado el primer tiempo, pero en ninguna acertó a rematar y buscó un centro que cortó la zaga realista.
El Rayo apenas realizó un remate a puerta en el primer tiempo por los trece de la Real, a la que solo le faltó acertar en las tres faltas que no supieron aprovechar buenos lanzadores como Pardo, Castro e Ifrán y en los siete saques de esquina. En solo uno se creó peligro.
Riesgos del Rayo
Con dos goles de desventaja, Paco Jémez vio que nada tenía que perder y asumió riesgos al sacar a un delantero como Delibasic para retirar a uno de los dos laterales que tenía tarjeta, Casado.
Jugar con tres defensas y dos delanteros provocó que el partido cambiara y que el Rayo inquietara más con dos disparos de salida de Piti y Javi Fuego.
Pero la Real aprovechó esos riesgos para sentenciar el encuentro en el minuto 60 al culminar Mikel González un contragolpe que inició el central de Arrasate al cortar un ataque en su área y acompañar la jugada para remachar un balón que quedó suelto tras rematar Ifrán un centro de Carlos Vela.
El Rayo perdió las pocas esperanzas que tenía y después Chory Castro marcó el cuarto gol sin mucho ángulo. Todavía pudieron llegar dos más porque Markel envió un remate al larguero y Agirretxe volvió a poner a prueba a la media vuelta a un Cobeño que, a pesar de los cuatro goles, fue el mejor rayista.
En la Real es más difícil decantarse por uno porque Mikel González, Illarramendi, Pardo y Vela estuvieron brillantes y el resto del equipo no desentonó. Así la Real encadenó por vez primera esta temporada dos triunfos consecutivos que le colocan a tres puntos de Europa con el objetivo de seguir en la ola buena en el derbi del viernes ante Osasuna en Anoeta.
A juicio de Phillipe Montanier, el juego y la victoria de ayer pueden entenderse como «la continuidad del partido de Málaga, buen nivel con eficacia y buenos resultados». Aunque el Rayo, por su estilo de juego, es un rival que encaja muchos goles, el técnico recordó que los vallecanos venían de enganchar dos victorias seguidas en La Rosaleda y en su feudo ante el Celta.
Esa misma racha, seis puntos de los seis últimos, permite a la Real mirar la tabla con otro aire, pero Montanier remarcó que «hay que seguir con la cabeza fría y la misma actitud, con y sin balón. Hay que mantener la presión, dos victorias o dos derrotas no son el fin de la temporada, vamos a jugar viernes y martes, no podemos relajarnos».
Actitud y presión fueron las palabras más empleadas por el entrenador, que ya piensa en Osasuna. «Será un partido muy diferente al Rayo, es dificil obtener dos victorias consecutivas en casa».
Paco Jémez consideró clave el hecho de encajar los dos primeros goles en un lapso tan corto de tiempo. «No siempre se puede remontar», apuntó en referencia al choque de la pasada semana ante el Celta, donde el Rayo volteó un marcador adverso.
Consideró que su equipo concedió demasiadas facilidades defensivas que la Real supo aprovechar. Preguntado por la actitud de sus jugadores, el técnico franjirrojo subrayó que en ese aspecto no tiene «nada que reprochar» y pidió que «no se busquen fantasmas donde no los hay». Imanol INTZIARTE
La Real se entrenará hoy en Zubieta a partir de las doce y mañana a las once con libre acceso para el público y el jueves a la tarde a puerta cerrada para preparar el derbi que le enfrentará a Osasuna en Anoeta el viernes (21:30-Marca TV). El fin de semana tampoco habrá descanso.
El colegiado que más ha perjudicado a la Real en los últimos años y con el que peores resultados saca dirigirá el partido de vuelta de los dieciseisavos de Copa que los blanquiazules jugarán el próximo martes en Anoeta ante el Córdoba (19:30). El aragonés salió del estadio abroncado en el último encuentro contra el Atlético de Madrid.