Seguro que no en las condiciones que le hubiera gustado y que exige un partido ante el mejor especialista de la distancia, pero Juan Martínez de Irujo comprobó ayer en el Bizkaia de Bilbo que el proceso vírico que le obligó a aplazar la semifinal del domingo ha remitido y que, salvo otro contratiempo, estará en condiciones de medirse a Aimar Olaizola para tratar de hacerse con un hueco en la final.

Estabilizada desde el lunes su temperatura corporal, el delantero de Ibero se ejercitó ayer durante aproximadamente hora y cuarto junto a Aritz Lasa, otro pelotari que también ha sufrido un proceso gripal, aunque en su caso solo le duró un día.

Según explicó el propio pelotari de Ibero tras una sesión realizada a puerta cerrada, terminó el entrenamiento «más cansado que otros días, aunque hemos hecho parones para no cargar mucho. Me noto con mucha fatiga, me hubiera gustado estar mejor pero me quedan cinco noches para descansar».

El periodo de convalecencia has sido corto, pero se ha cobrado su factura. «Me he sentido raro, con las piernas bastante cansadas por las secuelas de la fiebre y un poco espeso, no tenía las ideas muy claras. Pero el jueves -por mañana- vendré otra vez aquí y espero entrenar mucho mejor», explicó el pelotari de Aspe. Su rival, Aimar Olaizola, también tiene previsto acercarse al escenario del partido para realizar una última sesión de preparación.

Eso sí, Martínez de Irujo quiso dejar claro que, si sale a la cancha, lo hará convencido y no quiere que la enfermedad le sirva como excusa si no consigue llegar a 22. «Yo, si salgo, lo hago con todas las consecuencias. Si hubiera tenido que jugar este pasado domingo hubiera sido otra cosa, pero si me gana Aimar será porque ha sido mejor que yo y punto», apuntó.

Sin aplazamientos

De momento, parece que se mantiene la fecha de la final el 2 de diciembre, por mucho que normalmente siempre se le ofrecen al menos dos semanas a cada finalista para poder preparar el tan importante partido por la txapela.

El de Ibero defendió ese derecho de tener 15 días de preparación, tanto para él como para Aimar Olaizola, pero siendo tan poco amigo de los aplazamientos, señaló que, «en caso de ganar y encontrarme perfectamente el lunes, soy partidario de que la final se juegue el día 2 y que así no se alteren los planes iniciales», apuntó Irujo.