Robert Fitzgerald Diggs, más conocido como RZA, se pasa a la dirección de cine, después de haber compuesto bandas sonoras para Tarantino, entre otros. Ha sido precisamente él quien ha producido su ópera prima. Como también ha hecho pequeños papeles en Hollywood, se ha beneficiado de sus relaciones para contar con Russell Crowe al frente del reparto.

RZA hace realidad su sueño de filmar una obra neoexploitation, en homenaje a las películas de kung-fu con las que creció. Aunque ha contado con el experto en artes marciales Corey Yuen, el resultado de esta producción de quince millones de dólares es más bien psicotrónico. Hay demasiado extranjero, empezando por él mismo, en esa China feudal que quiere recrear. Por eso introduce el tema de la modernización armamentística, reservándose el papel de un herrero que es capaz de fabricar cualquier arma.